La hora señalada de Juan Verón
El argentino deberá llenar el vacío dejado por Keane para evitar su fracaso en Manchester
La lesión que sufrió Roy Keane contra el Deportivo la semana pasada le ha ofrecido al argentino Juan Verón una inesperada oportunidad de redención. El fichaje más caro en la historia del fútbol inglés no ha rendido al nivel que se esperaba cuando llegó del Lazio al Manchester United en el verano. Y si no fuese porque Keane no volverá a jugar hasta el mes que viene, es probable que en los decisivos partidos de la temporada, en los que el Manchester se juega la Premier League y la Liga de Campeones, Alex Ferguson lo hubiera omitido de su once titular.
Según Ferguson, Verón se ha recuperado de una lesión en el talón que lo ha hecho perder los últimos tres partidos y podrá jugar el miércoles. Es una buena noticia para el Manchester porque con el carismático Keane fuera de combate, Scholes suspendido y Beckham dudoso tras la entrada de Tristán, el problema ya no es de falta de calidad en el medio campo sino de falta de personal.
Si Verón juega como ha jugado a lo largo de la temporada para el Manchester la Misión Imposible del Deportivo en Old Trafford puede que no lo sea. La última derrota del Manchester, una que le puede impedir ganar la Liga, se debió a una falta de concentración de Verón. El argentino perdió el balón en su propio campo -no por primera vez en la temporada- y el Middlesbrough marcó el único gol del partido. Cuando Ferguson lo sustituyó por Scholes, la reacción del público de Old Trafford -primero silbidos, después aplausos- demostró que Verón podrá ser la estrella de la selección argentina o el ídolo de los tiffosi del Lazio. En Manchester no ha convencido a casi nadie.
El más convencido ha sido Ferguson, que lo fichó, y el que declaró que Verón se convertiría en unas de las grandes figuras de la historia del United. Al principio parecía que Ferguson no se había equivocado. En los primeros partidos de la temporada algunos de sus compañeros en el Manchester, Keane incluido, se quedaban visiblemente deslumbrados ante la habilidad y la elegancia del argentino. Pero poco a poco su estrella se apagó. Tocaba mucho el balón, pero siempre, parecía, de banda a banda. Ralentizaba el juego, le quitaba al Manchester aquella urgente verticalidad.
Las estadísticas de asistencias de gol en la Premier League son reveladoras. Beckham ha hecho 16; Giggs 15; Keane, que no es exactamente un artista en el pase, 10; y Verón, tres.
¿Porqué un jugador de tan demostrada calidad, y que según él mismo ha sido recibido maravillosamente bien en el vestuario del Manchester, no ha logrado triunfar en el fútbol inglés? Podría ser porque en el fútbol inglés se presiona más en todo el campo que en el fútbol italiano, donde se tiende a jugar más atrás. O quizá sea un simple problema de adaptación y si sigue en el Manchester la temporada que viene, en vez de volver al Lazio como se rumorea, se convertirá en el crack que prometió.
Si se queda o no podría depender de si logra pegar el salto necesario en estos últimos partidos; si demuestra la personalidad para imponer su presencia en el campo; si aprovecha la oportunidad que le ha ofrecido el destino de llenar el enorme vació que deja Roy Keane.
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