Saviola da 'vidilla' al Barça

A falta de discurso presidencial, pues Joan Gaspart no habló hasta después de ganar en San Mamés; con el entrenador, Carles Rexach, desorientado por tanta estopa como recibió por el bajonazo de Atenas, y estando el crack Rivaldo eternamente convaleciente, Javier Pedro Saviola (Buenos Aires, 1981) salió en ayuda del Barcelona el sábado en Bilbao y dio la razón a la hinchada, que le tiene como su niño mimado desde su llegada.

Presentado dulcemente por la prensa desde que conquistó el pichichi y el título con Argentina en el Mundial sub-20, el pibito aparece como la bandera de la afición frente a los desvaríos de la junta con los fichajes, los enredos del técnico con los nuevos y los viejos del plantel y la mercadotecnia del Madrid de Zidane. Al calor del Camp Nou, el delantero ha sido siempre imprescindible, intocable en las alineaciones, de modo que Rexach le ha puesto siempre de titular salvo ante la Real Sociedad, cuando el equipo venía de ganar en Tenerife, aunque tuvo que recurrir a él en el segundo tiempo para resolver.

Las cifras avalan su actuación en el estadio: 11 goles en 16 encuentros, uno cada 125 minutos. En cancha ajena, sin embargo, no había manera de que encontrara un hueco. Charly le quitaba por la misma regla de tres que en casa le alineaba: llevaba sólo seis partidos en el once inicial de 17, únicamente disputó cuatro completos y en dos ni siquiera jugó: no viajó a A Coruña por lesión y no salió en Valladolid. Hasta el sábado, en San Mamés, cuando que marcó sus dos primeros goles fuera del Camp Nou en la Liga, puesto que en la competición europea firmó el tercero contra el Fenerbahce.

Ausente Kluivert, Saviola se reivindicó con una actuación que le deja con buenos números en su primer año en el campeonato español: 13 goles (11 en casa y dos fuera) en la Liga y tres en la Liga de Campeones (dos y uno).

Saviola estuvo tan bien y le ha dado tanta vidilla al Barça en un momento de apuro que Rexach no ha tenido reparo en bendecirle con una definición que le hace igual de bueno en campo propio que en ajeno: 'Sabe jugar en espacios reducidos y con mucho terreno por delante. Es tan listo como rápido'.

Pese a ser un peso pluma, Saviola se perfila y define como los grandes delanteros. Tiene gol y en una época en la que los especialistas están en desuso en el Barça, sobre todo el 4 y el 6 y los dos extremos, impone su facilidad para barrer el frente de ataque partiendo de una posición indefinida, como todo ahora en el club y el equipo. Harto de que se le considerara sólo parte del tridente, el pibito se reinvindicó ante el Athletic como un futbolista con vida propia y un digno portador del 7, un número mágico, tanto por quienes lo portaron en el Camp Nou (Simonsen, Rexach, Figo...) como por quienes lo lucieron en Chamartín (Butragueño, Raúl...). A la espera de mayo, en el Barça, de momento, el año futbolístico va pasando con Puyol cerrando y Saviola abriendo.