Los carros de combate también están en Gaza

Cuando Ahmed Yacub se trasladó hace unos meses a Gaza a raíz de su boda con A., sus amigos le advirtieron de que perdería la vida cultural y la atmósfera cosmopolita de Ramala. Frente a la capital administrativa cisjordana, Gaza resulta una ciudad cerrada, incluso paleta. Ahora, Yacub y su esposa se alegran de haberse librado de la última incursión israelí, aunque no saben por cuánto tiempo.

'Están preparando algo. ¿Cuándo viene Powell? Seguro que lo hacen antes de que venga porque luego tendrán que guardar las formas', declara Yacub en una conversación telefónica en referencia a la próxima visita del secretario de Estado norteamericano.

Sus temores son compartidos por muchos otros palestinos. El pasado 29 de marzo, el día en que el Ejército israelí inició la incursión en Ramala y el sitio de Arafat, los carros de combate entraron en la franja de Gaza y la dividieron en tres sectores sin comunicación entre ellos, un castigo colectivo aplicado en muchas ocasiones anteriores.

'Ahora no es exactamente así', explicó anoche a EL PAÍS un un portavoz militar en Gaza. 'La situación es muy flexible y cambia constantemente; en este momento lo que hay son puestos de control entre uno y otro sector', aseguró antes de reconocer que 'parte del tiempo existen limitaciones de movimiento'.

Aquel mismo día esa región autónoma palestina quedó cerrada a los periodistas. 'Es una medida muy drástica que sólo han tomado en otra ocasión durante los 18 meses de Intifada', comentó un corresponsal extranjero convencido de que la medida indicaba que 'los israelíes estaban preparando algo'. Hace unos días levantaron la restricción, según el citado portavoz militar.

Una niña, muerta

La ausencia de una operación militar de la envergadura de las llevadas a cabo en Cisjordania no significa que no se hayan producido incidentes en la franja de Gaza durante los últimos días. Sólo ayer, tres palestinos murieron y otros 12 resultaron heridos por fuego israelí en un barrio de Rafah, en la frontera con Egipto. Uno de los heridos, una niña de 10 años se encontraba clínicamente muerta.

De acuerdo con relatos recogidos por los periodistas locales, los soldados israelíes atacaron el barrio de Tell al Sultan con carros de combate y ametralladoras montadas sobre jeeps. Los disparos procedían de la vecina colonia judía de Rafiah Yam, donde horas antes habían intentado infiltrarse dos palestinos militantes de Yihad Islámica. Este tipo de represalias fomenta la idea entre los palestinos de que las actuaciones israelíes son simplemente venganza.