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Reportaje:TENDENCIAS

Espionaje sobre el empleado

Decenas de millones de trabajadores que usan ordenador son espiados actualmente por sus respectivas empresas. En Estados Unidos pasan de los 30 millones, y se calcula que la cifra es equivalente en el mundo occidental mejor controlado por las multinacionales. Cada trabajador debe saber que sus e-mails o sus chats serán siempre detectados y, al cabo, le acarrearán una sanción si tratan de cuestiones no laborales.

Pero también los sistemas más rudimentarios informan a los supervisores sobre el tiempo en que se está tecleando y el que se deja de teclear, el número de las llamadas telefónicas, su duración y su contenido, los momentos reglamentados que se destinan a descansar o los empleados en comer o ir al lavabo.

Las reglas del ordenador terminan siendo ahora más firmes, objetivas e indisputables que el criterio de un superior. Hay empleados, con todo, que dicen preferirlo
El ordenador utiliza un criterio cuantitativo y no cualitativo; es un juicio simplista que no sopesa circunstancias particulares; insensible a la genialidad, castiga la invención

La informatización del mundo del trabajo dota de un vasto sistema de vigilancia que desdice la idea de haber concluido la militarización del trabajo en serie. En una de las mayores compañías aéreas de Estados Unidos se concedían 12 minutos, cada siete horas y media, para que las azafatas y personal de a bordo pudieran acudir al baño. Un empleado superó en 60 segundos lo establecido y recibió una advertencia de despido. Argumentó, para librarse del aviso admonitorio, que los demás compañeros, conociendo sus costumbres, estaban de acuerdo en suplirle uno o dos minutos de más, pero la compañía se mostró inflexible a pesar de que se la llegó a culpar, sin resultado, de 'acoso en la pausa para el lavabo' (bathroom break harassment).

El ordenador y sus reglas

Las reglas del ordenador terminan siendo ahora más firmes, objetivas e indisputables que el criterio de un superior. Hay empleados, con todo, que dicen preferirlo. Lo prefieren evocando los casos de promociones en las que vieron predominar la arbitrariedad, la corrupción o el favoritismo, pero, en general, el dictamen de la máquina conduce a inevitables injusticias. El ordenador utiliza predominantemente un criterio cuantitativo y no cualitativo, es un juicio simplista que no sopesa las circunstancias particulares, es insensible a la genialidad y castiga la invención.

Para tratar de acomodar el computer monitoring a una realidad más precisa y obtener provechos más rentables para la empresa, se han introducido varios cambios en los años recientes:

1. Una de las primeras innovaciones consistió en buscar la mayor integración del empleado facilitándole más amplia información sobre ciertos aspectos de la compañía. Y también ofreciéndole todos los datos sobre el quehacer de sus más próximos colegas. La primera medida pretendía hacerle sentirse parte de una colectividad afectiva, como de un club, para que se atenuara su malestar de subordinado. La otra procuraba estimular los esfuerzos de cada uno, aguijoneando la competitividad entre ellos. La remuneración y los ascensos se deducirían de esta disputa.

2. Otra modificación de carácter humanista fue aumentar el coeficiente de libertad. Por ejemplo, frente al seguimiento estricto de las normas que un vendedor debía cumplir, de acuerdo con los preceptos de la pantalla, se fueron tolerando iniciativas imprevistas que -siempre dentro de la ley- se justificaran con buenos resultados. Los vendedores, en este caso, obtenían la oportunidad de sentirse originales, creadores de un estilo o una estrategia que fortalecía su autoestima.

3. Lo importante, sobre todo, es que el empleado se encuentre bien. Las bajas por estrés, por fatiga crónica o por episodios de gripe relacionadas con el entorno laboral repercuten negativamente sobre los beneficios, y cualquier gestión razonable introducirá procedimientos para evitarlas. En esta dirección se encuadra la decisión de ayudar al empleado con servicios que le apoyen en su trabajo. Servicios que brinden a los agentes de viaje, por ejemplo, noticias actualizadas de nuevas ofertas (en hospedaje, en alquiler de coches, en billetes de avión) que broten en la pantalla y les permitan cumplir mejor su papel. Mejorar su autoestima, hacerles más felices.

Trabajo en equipo

4. En busca de la felicidad del empleado, se ha comprobado que, en general, los subordinados se sienten mejor si trabajan en equipo que individualmente; si se reparten las tareas e incluso las intercambian, que si no hacen más que una cosa y a solas. De acuerdo con esta hipótesis, los más desarrollados espías electrónicos controlan al grupo y a sus objetivos de conjunto. El computer monitoring se encarga de distribuir tareas según la intensidad del trabajo y las demandas variantes de la clientela, y después, de valorarlos. En Europa, una gran cantidad de compañías se encuentran ya monitorizando grupos más que individuos, en vista del buen resultado.

Su inconveniente, según han hecho constar algunas sociedades, es que el trabajo en grupo induzca a la complicidad obrera y se generen coaliciones que actúen más interesadas en sí que en los objetivos generales de la corporación. Nuevos programas introducidos en empresas como IBM, Merck & Co o Nu Skin International, entre otras muchas, han tratado de imbuir en sus empleados que lo que es bueno para la marca sería bueno para ellos: a más beneficios, más paga; a más entrega, más sentido vital. O, en definitiva, que ha terminado el tiempo de las clases y que todos somos ya la misma naturaleza en la naturaleza de la producción.

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