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'Ramala era hace 15 años un sitio ideal, y ahora todo está muerto'

Isabel Camacho, una española vecina de la ciudad palestina, relata cómo vive durante el asedio israelí

'Discúlpame, los invasores nos han dado una tregua de dos horas para salir a la calle y volver pronto a casa. Estoy refugiada en el piso, sola, desde el día 2 y necesito sentir el sol en la cara y respirar el aire puro, si así puede llamarse. Luego seguiremos', se excusa Isabel Camacho, 47 años, arquitecto, nacida en Bilbao, aunque vive desde hace años en Ramala. Camacho pertenece a un equipo de arquitectos españoles dedicado desde hace años a la construcción de numerosas escuelas en Cisjordania y Gaza con un presupuesto de 14 millones de euros aportados por la Unión Europea. Fue por primera vez a Ramala hace 15 años y habla y se hace entender en árabe. 'Encontré una pequeña ciudad bulliciosa, con las casas ajardinadas y el perfume de limoneros y jazmines. Era un sitio ideal de vacaciones a casi 900 metros sobre el nivel del mar, deliciosamente fresco en las horas nocturnas del interminable verano. Todo eso está muerto ahora. Trabajo y vivo en un infierno, con más de la mitad de la población soportando el umbral de la pobreza y llorando un muerto o dos en cada familia. Esto es hoy Ramala'.

Para gozar de tan limitada libertad, Isabel Camacho salió ayer apresuradamente por su calle, llamada 'Del Paseo', para acercarse hasta la plaza de Al-Manara en busca de unas cervezas. 'Qué desolación, qué sentidas mis lágrimas, al descubrir los árboles arruinados, los vidrios rotos cubriendo el suelo, los coches aplastados y, sobre todo, la enorme higuera muerta en medio de la calle desgarrada por las cadenas de los tanques'. Fue entonces cuando optó por volver a casa, a reanudar la charla interrumpida a través de Internet.

'En mi opinión, Sharon se casaría con Arafat si a cambio todos los palestinos desaparecieran de un plumazo', dice. 'No me parece que el riesgo de que Sharon mande bombardear las capitales europeas sea tan grande como para callar la boca a nuestros dirigentes'. Sin embargo, cree que algo está moviéndose en los últimos días porque Israel parece perder la batalla de la imagen y europeos y norteamericanos parecen al fin despertar. 'Bush reclama a Sharon que garantice la vida de Arafat y éste proclama groseramente que se arrepiente de no haberle matado antes'.

Camacho aprovechó la breve tregua para reencontrarse en la calle con sus amigos y vecinos en tienducas cuyos dueños e hijos se afanaban en despachar en dos horas lo equivalente a tres días. 'He querido respirar el aire de la calle. Si la bombona de gas se agotara para calentarme las latas de alubias que tengo en casa ya cocinadas, recurriría a la chimenea. Guardo 60 litros de agua mineral y cuento con el apoyo de mis vecinos azotados a lo largo de toda su vida por el sufrimiento', explica. 'Ante tanto dolor conservo intactos los principios de libertad, tolerancia y fraternidad entre los seres humanos que he heredado de mis padres. Algo es algo, ¿no?'.

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