'Sólo quiero creer que los dioses nos sonríen en este momento'
Los excesos de la fama pasaron la factura. Oasis, el grupo inglés que sacudió el mundo del pop a mediados de los noventa con Definitely maybe y What's the story morning glory, se perdió en una nube de barbitúricos, coloreada con peleas internas y externas, que cegó la visión de sus líderes, los hermanos Noel y Liam Gallagher.
'Nunca fuimos una banda muy metida en drogas, tan sólo nos pasábamos Liam y yo'
La prensa anticipó su ocaso ante el rosario de escándalos y dos últimos discos, Be here now y Standing on the shoulder of giants, de mediocre calidad. Sin perder la arrogancia, con la confianza renovada y acompañados por dos nuevos instrumentistas, los Gallagher regresan a sus raíces musicales. Ésta es la impresión que se extrae de los tres temas que la discográfica deja escuchar de su quinta entrega, Heathen chemistry, prevista para el mes de julio.
Mientras, ofrecen al público un sabroso aperitivo en el sencillo Hindu times, que se publica a finales de abril. 'Suena más oasis que nunca. Nos hemos superado a nosotros mismos', afirma en Londres Noel, de 34 años, compositor y alma creativa de la banda.
Pregunta. ¿A qué se debe el regreso a los orígenes que transmite Hindu times?
Respuesta. Andy Bell y Gem, los dos miembros nuevos, sugirieron que sonara más oasis que nunca. El resto del disco también se aproxima al sonido y optimismo de Definitely maybe. Somos una banda prácticamente nueva y Heathen chemistry es nuestro debú. Lo hemos producido nosotros y volvemos a tocar las guitarras. Por un tiempo, perdimos la confianza en nuestro rock and roll y experimentamos con los teclados, lo cual no funcionó. Dando ahora un paso hacia atrás, hemos logrado avanzar dos zancadas.
P. ¿En qué se diferencia este Oasis de la formación anterior?
R. Es irreconocible. Mucho mejor. No quiero analizar las causas, sólo quiero creer que los dioses nos sonríen en este momento. Sé que nos sentimos mejor y eso me basta.
P. Ha cedido control creativo a sus compañeros, que firman cinco de los once temas del disco. ¿Pretende relajar su función dentro del grupo?
R. Yo siempre seré el principal compositor. Escribir canciones es mi vocación, lo que hago cada día. Hubo un par de años, desde finales de 1996 hasta principios del 99, en que dejó de divertirme y no me gustaba nada de lo que componía. Se convirtió en un trabajo, mientras que ahora lo siento como una vocación, como un médico o un cura.
P. ¿La apatía fue consecuencia de su celebridad?
R. El estilo de vida adquirió prioridad frente a la música. Me divertía ser una estrella del rock and roll, con gafas de sol, abrigos de piel, cochazos, mujeres, drogas... Fue una época alucinante. Con 25 años y tanto dinero, joyas, viajes por todo el mundo, galas... Pero la música sufrió y componer ya no significaba nada para mí. He recuperado el interés y estoy decidido a disfrutar con este disco.
P. Dejó las drogas duras hace unos años ¿Le distancia su nuevo estilo de vida de Oasis?
R. Nunca fuimos una banda muy metida en drogas, tan sólo nos pasábamos Liam y yo. Yo las he dejado y a Liam le va más la bebida. Se toman decisiones personales en la vida y, en mi caso, ha sido para mejor. Las drogas tuvieron efectos fantásticos en su día, pero dejaron de funcionar. Ya no era una vía de diversión, sino una necesidad de la adicción. ¡Vaya basura!
P. Y Liam, ¿se ha moderado?
R. Ha madurado un poco, lo suficiente para que yo lo note. Sigue siendo un niño grande, un idiota. Es un payaso que se pasa el día haciendo bromas y pinchando a la gente. Es una peste, pero una peste más madura.
P. ¿Cuál es la meta de Oasis?
R. No hay nada que quiera hacer dentro del grupo que no hayamos conseguido. Hemos vendido millones de discos aquí y en EE UU, hemos tocado frente a cientos de miles de personas en todo el mundo. He conocido a los Beatles, a los Rolling Stones, a los Who, y Paul Weller es uno de mis mejores amigos.
P. ¿Qué mantiene entonces su mecha encendida?
R. En mi interior todavía creo que puedo componer mi Strawberry fields forever. Hasta que lo consiga seguiré intentándolo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.