La fuerza no es suficiente

(...) Desde el comienzo de esta Intifada, la Autoridad Palestina y su líder, Yasir Arafat, han considerado la utilización del terrorismo como un instrumento legítimo en sus negociaciones políticas con Israel. (...) La posición palestina sostiene que estas negociaciones son posibles incluso bajo el fuego de las armas. Después de un largo rechazo, el Gobierno de Israel aceptó la posición palestina y renunció a su legítima condición: una semana de alto el fuego antes de la ejecución del plan Tenet. (...) Sin embargo, la Autoridad Palestina se ha mostrado intransigente: Arafat no ha hecho nada para frenar los atentados terroristas (...) y ha rechazado las propuestas de Zinni. (...) Por todo lo cual la operación del Ejército israelí se ha transformado en una necesidad a pesar del riesgo de ser condenada. Enfrentado al terrorismo palestino, Israel considera que debe utilizar su fuerza militar para minimizar esta violencia. (...) Pero no se puede ignorar el valor limitado de una operación militar. Ni terminará con el enfrentamiento ni destruirá el terrorismo. Además, la utilización de la fuerza militar no tiene valor si no es parte integrante de una estrategia. Y este requisito falta en la postura israelí. Hasta ahora, el Gobierno de Sharon no ha formulado un objetivo político realizable. (...) El Gobierno israelí ha perdido una oportunidad de adoptar la iniciativa saudí para delinear un horizonte político. (...) No es demasiado tarde para iniciar un diálogo con el mundo árabe de acuerdo con los puntos acordados en la cumbre de Beirut.

Jerusalén, 31 de marzo