Suerte

La noticia del miércoles pasado decía que en unas oposiciones convocadas por el Ayuntamiento de Huelva las candidatas habían empatado a puntos y que el tribunal, compuesto por una mayoría de cargos pertenecientes o cercanos al Partido Popular, había decidido echar a suertes la plaza. El edil independiente cree que lo sucedido es tercermundista; y ya se ha constituido una plataforma de afectados (no sé si de afectados por la mala suerte), que ha interpuesto el correspondiente recurso. La gente tiene derecho al pataleo.

A mí también me entran ganas de denunciar al Estado cuando compruebo un jueves tras otro que la combinación ganadora no coincide con la mía. Quiero decir que en un país donde se considera cuestión de suerte conseguir el mismo año un trabajo temporal y un minúsculo apartamento no puede extrañar mucho que el presidente de un tribunal de oposiciones pregunte cara o cruz, y lance una moneda al aire para resolver una plaza. 'Yo me he presentado a muchos exámenes para optar a puestos laborales -ha declarado la afortunada ganadora de la oposición-, y no he visto nada extraño aquí. El lanzamiento de moneda se realizó ante seis o siete personas. Nada irregular'.

¿No quería Chaves que el Partido Popular participara con ideas en la Segunda Modernización de Andalucía? Pues aquí tiene las primeras. El presidente no debería permitir que sus prejuicios de progre trasnochado le impidieran percibir las ventajas de esta selección de personal. En primer lugar se reduce notablemente el insidioso control de los sindicatos. En segundo lugar se acaba con todo ese rollo de las alegaciones posteriores, que retardan tanto las resoluciones definitivas. El método es tan expedito que me extraña que no se le haya ocurrido antes a Jesús Gil. La elevación del sorteo a procedimiento administrativo justificaría además que las convocatorias no se publicaran en el BOJA y que su celebración se dejara en manos del azar. A cambio la Junta debería abrir, eso sí, una Línea 906 del Tarot (que además da mucha pasta) para que los opositores pudieran obtener indicios de nuevas convocatorias, intuiciones sobre el número de plazas e impresiones sobre las posibilidades de ganar alguna de ellas. Este puesto habría que ofrecérselo sin duda a Teófila Martínez, que aparecería en las televisiones locales anunciando el nuevo servicio público detrás de una bola de cristal.

No faltará quien desdeñe lo sucedido sólo porque sus protagonistas sean concejales populares de tercera fila. Pero Dios siempre elige seres insignificantes para revelar la Verdad. Y la Verdad es que mientras dure el gobierno del PP aquí lo importante es tener buena suerte, sobre todo a la hora del nacimiento. Por ejemplo: si un niño equis viene al mundo en Granada, habrá nacido en una provincia que en los últimos seis años ha recibido de Álvarez Cascos 143 millones de pesetas para la mejora de sus trenes. Si este mismo niño viene al mundo en Cádiz, podrá presumir en cambio de que su provincia ha recibido por el mismo concepto y en el mismo periodo de tiempo 16.304 millones de pesetas. Que la suerte nos acompañe.