El cable lucha por rentabilizarse

El cable, la gran alternativa a los operadores de telefonía tradicional, sigue extendiendo su red a un ritmo prodigioso. Más de 4,5 millones de hogares y empresas disponen potencialmente de esta tecnología, aunque sólo 800.000 son clientes. Precisamente, los operadores intentan ahora rentabilizar ese esfuerzo inversor centrando sus esfuerzos en la faceta comercial.

El principal tirón de la oferta del cable no es la televisión, sino la telefonía, al tiempo que crecen los usuarios de servicios de Internet

Motivó la primera gran batalla política en torno a las telecomunicaciones en el albor de la liberalización, aunque en los dos últimos años ha sido el gran olvidado del sector, sobre todo después de que Telefónica abandonara su proyecto de cablear toda España en favor de otras tecnologías menos costosas como el ADSL, con el objetivo de extender el acceso a Internet.

Pese a ese arrinconamiento, los operadores de cable han continuado la labor de despliegue de su red a un ritmo vertiginoso, del que dan fe las zanjas abiertas en 179 ciudades que ya disponen de este servicio y de otros 210 que están en construcción, con más de 17.000 kilómetros de fibra óptica.

A finales de 2001, 4,5 millones de hogares y empresas disponían de una red de cable al pie de su calle, aunque sólo 799.109 eran clientes de este servicio. Así, mientras la inversión de las empresas de cable ascendió a 4.300 millones de euros, sus ingresos sólo alcanzaron los 482 millones de euros el pasado año. Ese desfase entre la extensión de la red y el parque de abonados tiene varias causas que las compañías van a intentar atacar en este año.

En primer lugar, y debido a las exigencias municipales sobre obras en la vía pública, una parte de esa red no es realmente operativa, ya que se trata de trazados aislados en barrios que no están conectados con la red principal.En segundo lugar, y más importante, las compañías se han centrado en la parte técnica y de despliegue, relegando en parte el esfuerzo comercial, en el que prometen centrarse este año.

Con Telefónica ausente por decisión propia, el mercado del cable en España se reparte fundamentalmente entre 'dos grupos y medio'. De una parte está Auna Cable, las empresas participadas por los accionistas de Auna (SCH, Endesa y Unión Fenosa) presentes en las demarcaciones de Madrid (Madritel), Aragón (Able), Canarias (Canarias Telecom), Cataluña (Menta) y Andalucía (Supercable). Su gran rival es Ono, el grupo de cableoperadores presente en Cantabria, Palma de Mallorca, Castellón, Valencia, Alicante, Murcia, Albacete, Cádiz y Huelva. El mapa se completa con los cableoperadores integrados en la Agrupación de Operadores de cable (AOC) que, además de las empresas de Auna Cable, engloba a los operadores de Asturias (Telecable) Castilla-La Mancha (Retecal), País Vasco (Euskaltel) y Navarra (Tenaria).

El principal tirón de la oferta del cable no es, como se suele pensar, la televisión a la carta (552.882 clientes), sino la telefonía (664.608 abonados), al tiempo que crecen los usuarios de Internet (262.143 abonados, de los que más de la mitad demandan conexión de banda ancha).Con todo, los operadores de cable saben que la televisión de pago, pese a su escasa rentabilidad, sigue siendo una vía de enganche para el cliente, por lo que los operadores trabajan por crear una plataforma común de compra de contenidos que les ayude a ahorrar costes y a ofrecer una parrilla competitiva. La introducción de servicios interactivos (prevista para este año tanto por Aunacable como por Ono) potenciará esta oferta audiovisual.

Con todo, queda aún mucho camino por recorrer. Los operadores de cable, consideran que su mercado global potencial se eleva a 11 millones de hogares y 2,5 millones de empresas.

Todos los grupos creen que 2002 puede ser el año del despegue comercial del cable. Así, Aunacable se propone 'potenciar el modelo de acción comercial, unificando tanto la marca en los cinco territorios en los que opera como su oferta comercial'. Con esta política, tratarán de duplicar tanto la cifra de clientes (hasta los 500.000 a finales de 2002), como la de ingresos (hasta 260 millones de euros) y alcanzar un resultado bruto operativo (Ebitda) positivo en la segunda mitad del año.

Ono, su gran competidor, también se ha marcado alcanzar Ebitda positivo en el segundo semestre, para lo que proseguirá con su política de crecimiento y aumento de cuota de mercado. 'Continuaremos con la construcción de nuestra red y a finales de 2002 habremos superado los 1.600 millones de euros de inversión desde el comienzo de nuestras operaciones', según señala Michael Vorstman, director financiero.

Problemas regulatorios

En cuanto a la AOC, además de los objetivos financieros, también cree que hay que dar un empuje regulatorio para que el cable no continúe siendo el gran olvidado del sector de las telecomunicaciones en España. 'Esperamos de la Administración que propicie una regulación estable que no desincentive la inversión que los operadores de cable están realizando para desplegar una red alternativa de telecomunicaciones de banda ancha que representa la competencia efectiva y vertebra la sociedad de la información en España', dice un portavoz.

La AOC confía también en ampliar la cobertura que actualmente alcanza al 60% de la población de las 116 ciudades y municipios donde presta servicios.