Una propuesta demagógica
Si el debate sobre la mal llamada ecotasa se quiere convertir en un debate sobre la sostenibilidad de los destinos turísticos, o sobre el principio de quien contamine pague, creo que todos estamos de acuerdo, nuestros destinos deben ser sostenibles y debe estar garantizado el reciclaje de nuestros residuos. En resumen debemos minimizar el impacto que cualquier aglomeración humana produce sobre el entorno. Pero la voracidad recaudadora de las administraciones en general no conoce límites, en este caso, tomando como excusa la mejora en la gestión medioambiental a algún político se le ocurre un incremento de la presión fiscal en subsector turístico más regulado: los hoteles. Entremezclar un tema fiscal, la creación de un nuevo impuesto sobre las pernoctaciones hoteleras, con una cuestión ecológica, sólo encuentra justificación en lo demagógico de la propia propuesta, 'que paguen los de fuera que son los que lo estropean todo', rehuyendo nuestra responsabilidad.
Pretender que la actividad turística es la responsable del deterioro medioambiental, es también una cuestión muy discutible, ya que son las actividades primarias las que más han modificado el medio ambiente y no las terciarias, basta una pequeña reflexión para ver que quizá sea la agricultura la actividad que más ha modificado el medio ambiente, y creo que nos parecería un absurdo que se creara un nuevo impuesto que gravara las producciones agrícolas, aunque fuera finalista.
Otra cuestión que debe hacerse notar de cara a la creación de un nuevo impuesto es sobre quién va a recaer, ya que si al final se sustancia en un impuesto sobre las pernoctaciones hoteleras y de apartamentos turísticos, se hace notar más palpablemente su injusticia, porque se gravaría sólo lo regulado, lo que forma parte de la economía del país. Una iniciativa así se convierte en un excelente plan para mejorar la competitividad de la economía sumergida. Estamos pues ante un impuesto con mero interés recaudatorio, y no una tasa finalista. Busquemos los fondos de entre los impuestos generales, destinemos una parte del IVA que se recauda en el sector turístico a facilitar la sostenibilidad de los destinos y dejemos de inventar nuevos impuestos que al final van a mermar nuestra competitividad.
Pere Joan Devesa es presidente de la Asociación de Hoteleros de Benidorm.
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