El PSOE anuncia que denunciará a Gil por negarse a dar copia del PGOU a la oposición

El polémico pleno municipal celebrado el pasado miércoles en Marbella puede acabar en los tribunales. El equipo de gobierno del alcalde Jesús Gil aprobó el nuevo texto refundido del PGOU de Marbella y amenazó con no remitirlo a la Junta de Andalucía para que dé el visto bueno. La portavoz socialista en Marbella, Isabel García Marcos, anunció ayer dos denuncias contra Gil por prevaricación y por no dar a la oposición copia del texto refundido, cuyo debate no excedió los diez minutos. La Junta considerará vigente el planeamiento de 1986 si no recibe el documento.

La portavoz socialista en el ayuntamiento de Marbella, Isabel García Marcos, anunció ayer que la próxima semana presentará dos denuncias contra Jesús Gil por los delitos de prevaricación y vulneración de los derechos fundamentales de los grupos de la oposición, que siguen sin tener copia del planeamiento urbanístico elaborado por el Grupo Independiente Liberal (GIL).

La edil, que acudirá a la vía penal y contencioso-administrativa, acusa al alcalde marbellí y a sus concejales de aprobar el texto refundido del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad a sabiendas de que se trata de una resolución 'ilegal'.

'El único órgano competente para aprobar el documento es la Junta de Andalucía', recordó García Marcos a Jesús Gil, que ya ha amenazado con no someter el texto al control del Gobierno andaluz. Según la concejal socialista, lo que pretende el alcalde de Marbella es 'saltarse la suspensión cautelar del PGOU que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía dictó el pasado año'. El alto tribunal andaluz decretó, tras el recurso presentado por la Junta, la anulación del pleno del 4 de diciembre de 2000. En esta sesión Jesús Gil aprobó por segunda vez el texto refundido.

'Debe de pensar que mientras se anulan de nuevo los acuerdos, puede aprobar impunemente el contenido del pleno y solventar la suspensión cautelar', señaló García Marcos, que consideró que 'Gil está haciendo mofa de la Justicia'. La oposición municipal, que forman PSOE, PP y PA, viene reclamando una copia del nuevo texto desde el pasado martes. Los representantes de estos tres partidos apenas han tenido unas pocas horas para echar un vistazo al documento. 'Básicamente parece el mismo texto que presentó la vez anterior, y que fue rechazado por la Junta de Andalucía, aunque incorpora algunas cuestiones y convenios más especulativos', explicó la edil socialista.

García Marcos aseguró que Gil mantiene además la recalificación de 11 millones de metros cuadrados de suelo forestal, que propició que la Junta rechazase el documento la primera vez en 1998. 'Está claro que a primera vista no cumple las indicaciones exigidas por la comisión provincial de Urbanismo, lo que demuestra que a Gil nunca le ha interesado tener un PGOU sino seguir sacando dinero vía convenio' manifestó la edil.

El delegado provincial de Obras Públicas, Enrique Salvo, sostuvo ayer que si Gil no remite el nuevo texto a la comisión provincial de Urbanismo, la Junta considerará vigente el plan de 1986. 'Esto será así, a pesar de la urgencia que vive una ciudad que se queda sin suelo', matizó.

Salvo lamentó la política urbanística de Gil: 'Primero da las licencias y luego las acomoda al PGOU, cuando el planeamiento debe ser el punto de partida para ordenar', dijo. El delegado de Obras Públicas apostilló: 'Ya ni siquiera los promotores están seguros con una política movida por la improvisación, los caprichos y las decisiones no evaluadas'.

'Hay pocas referencias del texto, pero parece el mismo que fue rechazado en octubre de 2000', opinó el responsable de Obras Públicas. Salvo agregó que las contradicciones en los planos continúa en la zona donde Gil pretende emplazar 3.000 viviendas para jóvenes. 'En el plan de 1986 era una zona urbanizable no programable y de equipamiento industrial y se supone que en éste está reflejado como parque periurbano', matizó.