DE LOS ESCENARIOS AL ESPACIO

Lance Bass, uno de los miembros del grupo NSYNC, ya no se conforma con cantar en la Tierra; ahora quiere hacerlo también en el cosmos. El cantante del popular conjunto estadounidense acaba de pasar en Moscú sus primeros exámenes médicos para convertirse en turista espacial. Bass, de 22 años, confiesa que siempre ha soñado con volar al espacio.

El viaje a la Estación Espacial Internacional (ISS) es caro -Denis Tito, el primero que voló como turista espacial, pagó unos 20 millones de dólares-, pero el dinero no debería ser un problema para Bass. David Krieff, presidente de Destiny Production de Hollywood, dijo estar dispuesto a pagar la gira turística del cantante de NSYNC y señaló que éste probablemente regrese a Moscú en mayo para pasar otros exámenes médicos y comenzar los entrenamientos en el Centro de Preparación de Cosmonautas Gagarin, ubicado en la Ciudad de las Estrellas.

Bass quisiera poder viajar al cosmos el próximo otoño, y la Agencia Espacial Rusa (AER) ha dicho que tiene una plaza vacante en la tripulación que saldrá en octubre hacia la ISS y que estará compuesta por el ruso Serguéi Zaliotin, el belga Frank de Winne y un turista. Pero antes de eso, si todo va bien, ya el próximo mes de abril el millonario surafricano Mark Suttleworth se convertirá en el segundo turista espacial de la historia.

Los rusos todavía no han firmado ningún contrato con Bass, y algunos temen que su visita a Moscú no sea más que un truco publicitario. Krieff ha puesto al proyecto el título de Celebrity Mission: Lance Basse.