Hanan Ashraui dimite como portavoz de la Liga Árabe
Era una dimisión anunciada. La diputada palestina Hanan Ashraui ha dejado su cargo como portavoz de la Liga Árabe, según anunció ayer su oficina en Jerusalén. La noticia, que se produce en vísperas de que ese foro se reúna en Beirut, ya se venía rumoreando en círculos árabes desde diciembre.
Su estilo franco y directo han chocado con la pesada estructura burocrática de una organización cuya imagen estaba destinada a mejorar. Su nombramiento el pasado julio como coordinadora de política informativa fue sin duda obra del nuevo secretario general, el egipcio Amer Musa, de quien se espera una revitalización de la Liga. La elección de una mujer cristiana intentaba romper con los estereotipos que encasillan a los árabes.
Desde el principio, esta palestina infatigable se mostró muy crítica con la institución e insistió en no trasladar su residencia a El Cairo, sede de la Liga. Su principal queja se centraba en que las diferentes agendas de los ministros de Información de los Estados miembros dificultaban hablar con una voz. Sin embargo, con su estilo persistente, pero distante, trató de ir en esa dirección.
'He preparado una estrategia de información unificada y les he pedido que cuando estén preparados para ponerla en práctica me lo hagan saber', declaró en diciembre. No entra en su estilo calentar sillas donde no puede llevar a la práctica sus ideas, como dejó claro cuando en 1998 abandonó la cartera de Educación en el Gobierno palestino porque Arafat no cesó a varios ministros implicados en un caso de corrupción. Desde entonces se concentra en su labor como diputada y dirige una ONG.
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