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Un año de espera para tener plaza en un geriátrico

Miquel Noguer

Los ancianos de la provincia de Barcelona que aspiran a tener plaza en una residencia geriátrica pública tienen que esperar una media de 12 meses para conseguir una cama. Así lo admite la consejera de Bienestar Social, Irene Rigau, en una respuesta parlamentaria al grupo de Iniciativa per Catalunya (ICV) en la que afirma, además, que el tiempo medio de espera en Cataluña es de seis meses.

Actualmente hay unas 15.000 plazas residenciales con financiación pública, una cifra que tendría que alcanzar las 22.000 al final de esta legislatura gracias a un plan de mejora que prevé construir nuevos centros y, sobre todo, contratar más plazas a residencias privadas ya existentes. Este plan, que ya ha sido ejecutado en parte, no impide que las listas de espera sigan siendo importantes, en especial en Barcelona, donde la diputada de ICV Dolors Comas, autora de la pregunta considera 'una brutalidad' los tiempos de espera.

En la provincia de Tarragona el tiempo de espera es de ocho meses, mientras que en Girona y Lleida es de dos meses. Comas lamentó ayer que para conseguir estos datos haya tenido que esperar un año y medio. Rigau afirma en la respuesta parlamentaria que, a pesar de los tiempos de espera, los ancianos que lo necesitan con urgencia obtienen plaza 'de forma inmediata'. Sin embargo, el texto remitido al grupo de ICV no especifica cuáles son los tiempos de espera en cada una de las residencias, algo que los grupos de la oposición han venido preguntando desde hace meses.

Comas considera que 'si el tiempo medio de espera en la provincia de Barcelona es de 12 meses, significa que algunas residencias pueden tener listas de más de dos años, y esto es intolerable'. Según Bienestar Social, la lista detallada por centros se encuentra en proceso de elaboración.

En Cataluña hay unos 140.000 ancianos con invalidez física o psíquica. De acuerdo con un estudio de CC OO, el 92% de estas personas es atendido por sus propias familias y no tiene acceso a ningún tipo de plaza asistencial, ya sea en geriátricos o en centros de día. Bienestar Social mantiene que el número de plazas residenciales no puede crecer a gran velocidad ya que sus responsables temen un incremento de la demanda por parte de personas que pueden ser atendidas en su casa. Mantener una plaza geriátrica pública cuesta anualmente 6.930 euros (más de 1,15 millones de pesetas).

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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