'Memento', 'En la habitación' y 'Amélie', premios del Espíritu Independiente

Memento, En la habitación y Ghost world, entre la producción local, y Amélie, como producción extranjera, fueron galardonados el sábado como lo mejor del año en los premios del Espíritu Independiente. Las cuatro películas figuraban entre las aspirantes a los Oscar, entregados anoche (madrugada de hoy en España) en Los Ángeles.

El cine americano siempre se da un respiro antes de los Oscar. Si la gala de la Academia de Hollywood es como una boda real, la fiesta en que se conceden los premios del Espíritu Independiente es casi una merienda en la playa. Se celebra bajo una carpa junto al mar, en Santa Mónica, y su maestro de ceremonias fue ayer el inmarcesible John Waters, quien dio un consejo a los cineastas minoritarios: 'Sean educados; feliciten personalmente a las 134 personas que han visto su película'.

La lista de invitados de la fiesta del Espíritu Independiente no tiene nada que envidiar a los Oscar. Candidatos a la estatuilla como Nicole Kidman, Ethan Hawke, Ben Kingsley, Ian McKellen, Dennis Quaid y Daine Lane comparecieron en la reunión, amenizada por un disc-jockey, pese a que no aspiraban a ninguna de las extrañas figuras aladas con que se recompensa el trabajo en el cine de bajo presupuesto y creatividad más o menos alta. También estuvo Sissy Spacek, que se llevó la cosa alada a la mejor actriz. Tom Wilkinson, que le da la réplica en En la habitación, fue premiado como mejor actor, y el director del filme, Todd Field, consiguió el premio a la mejor primera película.

Memento, un thriller narrado hacia atrás cuyo guión figuraba entre los candidatos a los Oscar, fue premiado como mejor película. 'Éste es un tremendo, tremendo honor', balbuceó el director Christopher Nolan, enarbolando la figurilla alada, pero mirando a la persona que se la había entregado, Nicole Kidman. Ghost world, que aspiraba al Oscar al mejor guión adaptado, obtuvo el premio del cine independiente al mejor primer guión y el premio al mejor actor secundario para Steve Buscemi, alguien a quien muchos echaban en falta en las listas de la Academia. Carrie Ann Moss, de Memento, fue la mejor actriz secundaria.

El filme francés Amélie fue la mejor película extranjera. 'Esto mola mucho más que lo de mañana', dijo su director, Jean-Pierre Jeunet, refiriéndose a la ceremonia de los Oscar. El ambiente, sin duda, era más relajado y más divertido, y por alguna razón, pese a la importancia de la concurrencia, carecía de la asfixiante seguridad prevista para la gala de la Academia; el vestuario consistía en pantalones, camisetas, chaquetas y otras prendas corrientes, e imperaban el compadreo y las risas. 'Los que venimos a estos premios somos un tipo de gente que considera que David Lynch es un director demasiado comercial', bromeó John Waters.