Zapatero insta al 'lehendakari' a liderar la rebelión de los ciudadanos vascos contra ETA

La sombra de ETA planeó una vez más como una amenaza real para los socialistas vascos en la jornada de clausura de su congreso. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió a su militancia que 'siga resistiendo' a la amenaza de las pistolas y acto seguido instó al lehendakari, Juan José Ibarretxe, a actuar contra esta situación y le pidió que lidere una rebelión ciudadana contra ETA. El nuevo líder de los socialistas vascos, Patxi López, afirmó que su objetivo primordial es 'acabar con ETA' y destacó que hay que exigir a los nacionalistas que 'aíslen a Batasuna, ya'.

Rodríguez Zapatero no dejó opción a nacionalistas ni populares y les recordó el compromiso que tienen de ofrecer una respuesta contundente y unitaria contra ETA en los meses venideros, marcados por unas elecciones municipales que se presentan reñidísimas y en condiciones de especial peligro para los concejales socialistas que, al igual que los populares, siguen siendo el principal objetivo de la banda terrorista.

Ante un auditorio de militantes que, en su mayoría, tienen que vivir con protección policial sin que esta circunstancia les exima de sufrir un atentado, como se ha puesto de manifiesto, Zapatero se dirigió a Ibarretxe y a su Gobierno. Lo hizo para reclamarles que, ante semejante realidad, lideren una rebelión sistemática y permanente en cada pueblo y cada barrio 'contra aquellos que ejercen la violencia o la amparan y la toleran y tienen la cobardía moral de no condenar una sola muerte', en alusión a los electos de Batasuna. 'Es preciso levantar a los ciudadanos, desde mañana mismo, contra el terrorismo', fue su insistente mensaje.

Esta apelación al comportamiento cívico, a la vez que rebelde, contra el terrorismo etarra la realizó Zapatero después de reconocer que el Ejecutivo de Ibarretxe ha puesto los medios para mejorar la seguridad de los concejales amenazados. Incluso agradeció también la solidaridad que el nacionalismo democrático ha mostrado a los socialistas en los últimos atentados de los que han sido objeto sus militantes.

Sin embargo, Zapatero puso en duda sutilmente que el nacionalismo gobernante haya puesto todo su empeño en la lucha contra el terrorismo cuando expresó su deseo de que, además de los gestos citados, le gustaría poder agradecerles que 'pongan la defensa de la libertad y la vida de todos los vascos por encima de cualquier objetivo político'.

Al igual que lo había hecho con Ibarretxe, el dirigente socialista se dirigió al PNV para instarle a volver 'al sitio de los demócratas: a luchar en primera fila contra ETA'. Y añadió que para vencer al terrorismo no es posible establecer distinciones entre los medios y los fines que éste persigue, porque esta diferencia constituye una 'perversión histórica'.

El nuevo secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, también afirmó que el principal objetivo durante su mandato será 'acabar con ETA y defender la libertad con uñas y dientes, así como la pluralidad y la mejor garantía de nuestros derechos, la Constitución y el Estatuto'. Asimismo destacó la importancia de exigir a los nacionalistas que 'aíslen a Batasuna, ya'.

Alternativa propia

López se mostró dispuesto a liderar una estrategia para conseguir la paz y la libertad en Euskadi, 'una alternativa propia', recalcó, con independencia de las que propugne el PNV o el PP. Y mostró su convencimiento de que el partido socialista será clave para 'desbloquear la actual situación política, que nos lleva a la desesperanza'.

También respondió a las opiniones negativas expresadas el día anterior por el dirigente del PP vasco Jaime Mayor Oreja sobre su elección, asegurando que 'le importa bien poco' que no le guste que sea el nuevo secretario general del PSE. 'Lo que no permito es que dude o siembre una sombra de sospecha sobre la firmeza de ningún socialista en la defensa de unos principios y valores por los que, desde siempre, nos hemos jugado la vida', afirmó en medio de una salva de aplausos.

El nuevo líder del PSE-EE, que obtuvo para su ejecutiva un respaldo de un 64,3% de los delegados, admitió no haber logrado 'toda la integración que pretendía'. Atribuyó a la existencia de 'recelos y desconfianzas' en un proceso en el que admitió haber podido 'cometer errores', y dejó abierta la esperanza de llegar a futuros acuerdos. 'Trabajaré para unir y poner énfasis en un proyecto compartido', aseguró.