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Crónica:La jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Atasco en la ascensión del Málaga

El Rayo Vallecano araña un punto en un partido de alternativas que fue de menos a más

La valiosa victoria en Sevilla fue sólo un preludio del atasco del Málaga en casa escenificado contra el Rayo. El frenazo pone los pies en el suelo a un equipo empeñado ya en cotas más altas que la permanencia. El empate es un mal menor para el cuadro madrileño, que por lo pronto no abandona su penitencia tras desbancar al Valencia del liderato.

Darío Silva juró bandera, cual novio de la muerte, y su nacionalidad añadida no trastocó la alineación. Se convirtió una vez más en el norte del ataque local. Su tesón, hasta que perdió los nervios, no desvaneció el escenario habitual en La Rosaleda. Pocas ocasiones y escasa oportunidad para el recreo visual. El resultado no resta importancia a la generosidad del eje formado por Miguel Ángel y un bestial Gato Romero en la primera mitad. Esto no sirvió para concretar arriba, mientras que el Rayo esperaba y buscaba los espacios con Peragón y Bolic.

MÁLAGA 0| RAYO VALLECANO 0

Málaga: Contreras; Josemi, Litos, Fernando Sanz, Roteta; Gerardo (Zárate, m. 70), Romero, Miguel Ángel (Sandro, m. 46), Musampa; Darío Silva y Dely Valdés (Canabal, m. 70). Rayo: Etxeberría; Corino, Graff, Hernández, De Quintana; Ferrón (Glaucio, m. 72), Azkoitia, Quevedo, Michel; Peragón y Bolic (Helder, m. 88). Árbitro: Pérez Burrull. Enseñó cartulina amarilla a Romero, Litos, Darío Silva, Azkoitia y expulsó a Hernández por doble amonestación. Unos 20.000 espectadores en La Rosaleda.

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Peiró apostó fuerte en la segunda mitad ante la falta de iniciativa de su contrario. La entrada de Sandro, y después de Zárate, rompió el partido y dio paso a un escenario desmelenado, donde aparecieron las ocasiones y las alternativas. Apareció la velocidad y la fluidez que faltó en la primera parte. Los porteros comenzaron a trabajar bajo las idas y venidas de un balón mareado por momentos.

La expulsión de Hernández a falta de cinco minutos tampoco dio pie al desequilibrio. Dely Valdés sí deshizo el desalentador empate a poco del final, pero su gol no contó con la aprobación de un protestado Pérez Burrull, que lo anuló por fuera de juego.

Graff (izquierda) y Darío Silva elevan la pierna en lucha por un balón.
Graff (izquierda) y Darío Silva elevan la pierna en lucha por un balón.RAFAEL MARCHANTE

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