A mi amigo y compañero Juan Priede
Estaba previsto, Juan. Iban a atentar contra los socialistas vascos, una vez más, antes de nuestro congreso extraordinario en San Sebastián, para estar presentes en el mismo. Esta vez has sido tú. Juan Priede, socialista asturiano desde la cuna -su padre estuvo condenado a muerte en la cárcel de Santoña, en la guerra incivil-; trabajador en la zona minera que se vino a Orio, de donde era su mujer; nuestro único concejal en Orio y perseguido por el comando Buruntza de ETA.
Pero podía haber sido cualquier otro compañero, Juan. ETA tenía en la cartera varias posibilidades. Habrán fallado a la mañana. Pero no a la tarde, cuando ya, agobiado de la sombra de tus escoltas, ¡qué ironía!, te 'escapabas' a tomar un café en un bar cercano a tu casa. ¡Pensabas que era tu espacio de libertad! Y la asesina serpiente de ETA, que siempre y por todas partes acecha, te estaba esperando. Y te picó con su veneno asesino.
Aquí todo sigue igual. Ya no nos quedan palabras. ¡Qué impotencia! A la mañana, EH presentaba una moción en el Parlamento vasco sobre los instrumentos de diálogo que pretende poner en marcha el Gobierno vasco. Su portavoz, Otegi, hacía un llamamiento 'para que se abandonen definitivamente las vías de exclusión ensayadas en el pasado, porque, además de ser estériles para solucionar el problema, suponen la discriminación directa de un sector de la sociedad vasca'. ¡El modelo irlandés! -decía Otegi-, invitando a los parlamentarios a leer el libro de Gerry Adams. ¡Qué hipocresía! A nosotros nos excluyen físicamente, Juan. Nos asesinan.
Ahora, Juan, con tu cuerpo todavía presente, todo serán pésames, lloros, apretones de mano, abrazos, discursos retóricos que no conducen a ninguna parte. Se pelearán por estar en la pancarta, Juan, y por hacer declaraciones en los medios de comunicación. Más de lo mismo.
Y pasado mañana, cuando solamente estés en nuestro espíritu y en nuestra soledad, volverán las disputas, el enfrentamiento y la utilización de tu persona. Y ETA continuará matando. Los nacionalistas hablando de la autodeterminación, por la que ETA mata, y el PP utilizando la lucha antiterrorista de forma partidista. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así?
Como sé lo que dirías tú, lo digo. El Gobierno vasco y el central lo que tienen que hacer es cumplir con las responsabilidades que les confiere el Estado democrático de derecho para garantizar el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de toda la ciudadanía. Y poner en marcha instrumentos válidos, como la unidad de los demócratas en la lucha antiterrorista, para que el conjunto de la ciudadanía tenga una referencia clara. Y dejarse ambos de utilizar el terrorismo como arma arrojadiza, de forma electoralista, mientras ETA mata.- Iñaki Pierrugues Barberán. Ex secretario institucional del PSE-EE de Gipuzkoa.
De nuevo nos hiela el corazón un nuevo asesinato de ETA; en realidad, esos 'valientes' no saben hacer otra cosa.
Otra persona muerta, otra familia rota, un nuevo saco de sal en la herida abierta por la que se nos escapa el alma.
Pero, al igual que el estos días recordado Blas de Otero, yo también 'pido la paz y la palabra' (diría más: las exijo) para demandar de los políticos democráticos unidad sin fisuras frente al único enemigo de esta sociedad: ETA y quienes le apoyan.
Y para coincidir con quienes dicen que al fascismo no se le integra, sino que se le combate.- Lucía Cristóbal Portugalete, Vizcaya
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