Demanda: no más injusticias
Es probable que la Conferencia Internacional para la Financiación del Desarrollo se recuerde en el futuro más por las anécdotas que por las propuestas, no obstante la importancia de algunos planteamientos, reveladores de los contrastes en la forma de ver las estrategias para impulsar el progreso de los países pobres. En su discurso, (...) Fox advirtió que 'no podemos' arriesgarnos a 'seguir en un mundo marcado por la exclusión y por la injusticia'. (...)
(...) Con voluntad política habría amplias posibilidades para avanzar en el combate a la pobreza; el problema de fondo es cómo hacer para que los gobiernos con capacidad de ofrecer incentivos vean la conveniencia de atacar las causas estructurales del subdesarrollo, no con una visión asistencialista, sino incluso empresarial: ampliar los mercados del Tercer Mundo les reportaría más beneficios que el simple cobro de intereses de una deuda inagotable. (...)
Es un hecho que la incomunicación entre los países ricos y las naciones pobres es cada vez más fuerte. Tal vez esto explique el comportamiento del presidente cubano, Fidel Castro, quien decidió abandonar Monterrey apenas minutos después de hablar de manera concisa, para responsabilizar a los organismos financieros internacionales y a los países desarrollados de 'estar cometiendo un verdadero genocidio'. Esto podría ocurrir, en verdad, si no se adoptan mecanismos idóneos que impidan se siga abriendo la brecha que separa a más de dos terceras partes de la humanidad de un puñado de naciones que administran la riqueza mundial.
México DF, 22 de marzo
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