El acceso de la M-45 a Coslada se abre con dos semanas de retraso

Los habitantes de Coslada pudieron ayer acceder, por primera vez, a la nueva autovía de circunvalación M-45 desde su municipio, al abrirse su salida, dos semanas después de que lo hicieran el resto de municipios madrileños. La apertura se produjo al llegar a un acuerdo el Ayuntamiento con los vecinos de la calle de Manuel Azaña, por la que se accede a la M-45, para que se pudiera emplear la nueva carretera en previsión de los masivos desplazamientos de la Semana Santa.

La afluencia de coches no fue elevada, según un vecino, y salvo unas pintadas en el asfalto contra el alcalde, Juan Granados (PSOE), al que los vecinos responsabilizan de no haber acondicionado otro acceso apto para el paso de camiones y que no trascurriera por una zona residencial como la suya, no se produjeron incidentes.

'El Ayuntamiento se ha mostrado comprensivo con nuestras reivindicaciones en materia de seguridad, y ha cumplido el 90% de ellas', afirmaba ayer Julio Ampuero, presidente de la asociación de vecinos El Cerro, que agrupa a los ribereños de la calle de Manuel Azaña. Esas demandas, que el pasado jueves discutieron los vecinos con el concejal de Seguridad, Joaquín Museo, incluyen, entre otras, la prohibición del paso de camiones hacia Coslada, la instalación de vallas metálicas frente al centro escolar existente en esa calle y la construcción de badenes en la calzada.