España propone que el futuro Ejército europeo se ocupe de la lucha contra el terrorismo internacional

España ha propuesto a sus socios de la UE que la Fuerza Europea de Reacción, de 60.000 soldados, que debe estar plenamente operativa el año próximo, se ocupe de la lucha contra el terrorismo exterior y no sólo de las llamadas misiones Petersberg, de pacificación y ayuda humanitaria. Esta ampliación de misiones requiere modificar el Tratado de la UE, por lo que el Gobierno español ha dado instrucciones a sus representantes en la Convención Europea, que prepara la Conferencia Intergubernamental de 2004, para que planteen la propuesta. Así lo reveló ayer el ministro de Defensa español, Federico Trillo-Figueroa, durante la reunión informal con sus homólogos de la UE en Zaragoza.

La reforma del Tratado de la Unión para incluir de forma expresa la lucha contra el terrorismo exterior entre las misiones de la futura fuerza europea suscita el recelo de varios socios. El Alto Comisionado para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, se mostró ayer más cauto y apostó por mantener las misiones y capacidades ya previstas para la Fuerza de Reacción, dejando que sea la práctica la que determine en cada caso su aplicación a operaciones como la de Afganistán.

'En cuanto a la respuesta militar al terrorismo, la prioridad sigue siendo el desarrollo de unas capacidades militares adecuadas. El Objetivo Global de Fuerzas ofrece las capacidades militares esenciales que necesitaríamos en caso de que la UE decidiera afrontar amenazas terroristas en el exterior. En mi opinión, no hay necesidad de cambiar fundamentalmente nuestras prioridades en ese contexto', afirmó Solana.

Lo que sí obtuvo Trillo-Figueroa fue el apoyo de los ministros de Defensa de los Quince a la declaración contra el terrorismo que la presidencia española quiere aprobar en la Cumbre de Sevilla. Dicha declaración compromete a la UE a mejorar 'con carácter inmediato' sus medios para hacer frente a un ataque como el del 11 de septiembre. Concretamente en cuatro campos: la cooperación de los servicios de inteligencia; la coordinación de los sistemas de protección contra agresiones NBQ (nuclear, bacteriológico y químico); el aprovechamiento de la nueva regulación del llamado cielo único europeo para incrementar la seguridad aérea y la defensa de las fuerzas militares desplegadas en misión humanitaria.

Trillo-Figueroa subrayó que los ministros de Defensa están obligados a tomar todas las medidas para garantizar la seguridad de los europeos ante atentados terroristas como los sufridos por EE UU. Aunque esta tarea compete al Segundo Pilar de la Unión (Justicia e Interior), también debe contribuir el Tercer Pilar (Política Exterior y de Seguridad), explicó.

El veto de Grecia al acuerdo alcanzado entre el Reino Unido y Turquía para que la UE pueda acceder a los medios de la OTAN planeó sobre la reunión, a la que asistió por vez primera el secretario general de la Alianza, George Robertson. Trillo-Figueroa dijo que todos los ministros habían 'acuciado' a llegar a un acuerdo antes de que acabe la presidencia española, el 1 de julio, de forma que la UE puede relevar a la OTAN en Macedonia a partir de septiembre. Pero el representante griego, Yannos Papantoniu, rechazó de plano el llamado Documento de Ankara, cuya propia existencia se negó a reconocer, y rechazó presiones para alcanzar un acuerdo a plazo fijo.