Los embalses catalanes sólo tienen el 25% de reservas de agua

Cataluña celebró ayer el Día Mundial del Agua con una mala noticia: los embalses catalanes escasamente llegan al 25% de las reservas de agua que pueden almacenar. El consejero de Medio Ambiente, Ramon Espadaler, calificó ayer de 'preocupante' la situación y explicó que el Gobierno catalán prevé atacar el déficit hídrico en tres frentes: transferencias dentro del territorio, mejora de la gestión de las reservas y desalación de agua de mar.

La situación de sequía ha reducido a una cuarta parte las reservas de agua de los embalses. Ese es también el porcentaje que almacenan los del sistema Ter-Llobregat, que abastece al área metropolitana de Barcelona. Este nivel de reservas hídricas representa menos de la mitad del que tenían hace un año, que estaba en el 64,2%.

Ante la situación de los embalses catalanes, el pasado 22 de enero el Gobierno catalán firmó un decreto que introduce medidas correctoras para intensificar el ahorro y aprovechamiento del agua hasta que los pantanos recuperen los niveles necesarios. El decreto establece medidas urgentes si las reservas se sitúan por debajo del 20% y actuaciones extraordinarias si se llega al 15%.

La situación es preocupante pese a que, según afirman los responsables de Aguas de Barcelona, el consumo de agua en el área metropolitana ha descendido un 14% en la última década. Este descenso se debe a factores como la subida del precio del agua, las campañas de toma de conciencia y el estancamiento de la población.

El consejero de Medio Ambiente sitúa el déficit hídrico entre 300 y 350 hectómetros cúbicos. Para paliar esta situación, el Gobierno catalán propuso, durante el trámite de aprobación del Plan Hidrológico Nacional, una combinación de tres recursos. En primer lugar, disponer de agua procedente de transferencias externas mediante el trasvase del Ebro. En segundo lugar, gestionar y aprovechar mejor los recursos existentes. Y finalmente, interconectar las redes existentes para poder trasvasar agua entre las distintas cuencas, y obtener agua mediante desaladoras.

Antes del verano entrará en funcionamiento la desaladora de Blanes y el Gobierno autónomo tiene previsto construir dos más. La que abastecerá al área metropolitana de Barcelona comenzará a construirse en cuanto se decida su ubicación. La tercera está pendiente de proyecto.

En Cataluña, cada habitante gasta entre 120 y 128 litros de agua al día y la media del consumo en España es superior a la europea. Para sensibilizar a la población sobre la necesidad de reducir el consumo en el ámbito doméstico, la Agencia Catalana del Agua ha puesto en marcha una campaña de publicidad y una prueba piloto de divulgación puerta a puerta. Esta campaña se llevará a cabo junto con los municipios y la asociación Ecologistas en Acción en algunos barrios de Barcelona, Torredembarra y Santa Perpètua de Mogoda elegidos a partir de sus niveles de consumo. El objetivo de la campaña es 'lograr una cultura del agua a largo plazo', explicó Espadaler. Para sensibilizar a los niños, mañana se celebrará en el Palau Robert de Barcelona la Fiesta del Agua, con actuaciones y talleres.