El instructor da por reconstruido el sumario de la 'estatua rusa'

El juez instructor Pedro Molero ha dictado un auto en el que da por reconstituido el sumario del caso de la estatua rusa, en el que Jesús Gil y varios de sus colaboradores se enfrentan a acusaciones de falsedad documental, malversación de caudales públicos y prevaricación. Nueve de los diez tomos del sumario fueron robados el verano pasado en el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella.

El magistrado Molero afirma en su auto que 'es posible tener por reconstituidas totalmente las presentes diligencias previas toda vez que del examen de las pruebas practicadas para la reconstrucción es posible deducir los elementos que permitirían configurar los ilícitos penales antes mencionados, pues obran en las actuaciones'.

En el caso de la estatua rusa se intenta dilucidar si Gil y varios de sus colaboradores en el Ayuntamiento de Marbella, entre ellos el ex teniente de alcalde Pedro Román y el ex gerente de la sociedad municipal Eventos 2000, Modesto Perodia, desviaron fondos municipales para pagar al escultor ruso Zurab Tstereteli por una estatua que éste había cedido gratuitamente a la ciudad merced a un convenio de colaboración suscrito entre los alcaldes de Marbella y Moscú.

Con la documentación que se libró del robo y con la aportada por la acusación particular, que ejerce el PSOE, el instructor infiere que 'consta indiciariamente acreditado que el Ayuntamiento de Marbella, a través de una serie de falsedades instrumentales [...] ha aplicado unos caudales o efectos públicos a un destino diferente al que tenían asignados; faltando, a sabiendas y voluntariamente, a la obligación de su cargo aquellas personas que lo propiciaron, es decir, las personas integrantes de las referidas comisiones de gobierno municipales que aprobaron dichos convenios'.

A pesar de la desaparición de la mayor parte del sumario, el instructor dispone aún de documentación que, según su escrito, prueba que el Ayuntamiento de Marbella llegó a pagar a Tstereteli con 141 millones de pesetas y dos propiedades en la ciudad mediante una alambicada operación en la que se emplearon empresas municipales y opacas sociedades privadas.

Recurso de la defensa

El abogado del Ayuntamiento de Marbella, José María del Nido, manifestó ayer su intención de recurrir este auto: 'Nosotros seguimos manteniendo la misma posición que hemos mantenido desde el principio. Jamás se pagó nada por la estatua. Lo único que se pagaron fueron los gastos de transporte y aduana por el traslado de la estatua'.

Pero, en su contundente auto, el juez instructor Pedro Molero rechaza esta tesis esgrimida por la defensa. Molero hace constar que 'la serie de facturas o documentación que fue examinada por la Administración de Aduanas en modo alguno puede entenderse justificativa del traslado de la estatua ubicada en Marbella'.