_
_
_
_
Desde el Pacífico
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Cómo Silicon Valley se prepara para la reactivación

EN PERIODOS DE CRECIMIENTO, los estadounidenses tienden a olvidar los implacables ciclos económicos o a inventar cuentos iconoclastas como el del Long Boom, que prometía cien años de crecimiento ininterrumpido. Pero cuando las cosas se avinagran, redescubren la teoría de ciclos y encuentran en ella una fuerza inconmensurable ya que, al prepararse para el próximo periodo de crecimiento desde que comienza una crisis, se colocan para poder redespegar con rapidez.

En nombre de la eficacia, proceden a una gran limpieza cuyo punto de partida es la reducción drástica del personal. La cima de los despidos brutales corresponde a los patrones de las puntocoms, que en el momento más duro de la crisis informaban al despedido por correo de voz o electrónico.

Las últimas cifras de parados son a la vez alentadoras y dramáticas. Febrero 2002 fue el mes menos duro desde abril de 2000: 1.802 contra 670 en puntocom de EE UU
Si tomamos la caída de Wall Street en marzo de 2000 de referencia, sorprende la furia y rapidez con que las empresas cortaron hasta el hueso

El 14 de febrero de 2001, Collaborative Media despidió 101 empleados sin darles ninguna indemnización ni pagarles sus últimos ocho días de trabajo.

En ciertas empresas, encuanto informan a los interesados que se acaban de sumar a las filas del desempleo, les asignan guardias de seguridad que los acompañan a su sitio de trabajo para vigilar que se limitan a reunir sus pertenencias, antes de ser escoltados a la puerta.

Las cifras más recientes son a la vez alentadoras y dramáticas. Febrero 2002 fue el mes menos duro desde abril del año 2000 para las puntocom. Hubo 670 despidos, contra 1.802 en enero según Challenger, Gray & Christmas.

En febrero del año pasado, la misma empresa registró 11.000 despidos, y lleva contados 144.000 desde el mes de diciembre de 1999. La curva siguió creciendo entre abril de 2000 y abril de 2001, para luego caer (salvo en octubre).

Los patrones no dudaron en despedir a sus empleados en cuanto recibieron las primeras malas noticias. Hay cierta tendencia a decir que, por ello, la recesión está terminando relativamente pronto. Lo hicieron tan bien que ahora, algunos se preguntan si queda alguien por despedir. 'Las filas fueron diezmadas y en este momento no hay indicio alguno de que vaya a reactivarse la oferta de empleo', informó Challenger. 'Las compañías que sobrevivieron al desplome lograron hacerlo gracias a que cortaron hasta el hueso'.

En esta cultura que celebra la supervivencia de 'los más aptos', el otro aspecto de la gran limpieza es la eliminación de las empresas en aprietos.

La curva es casi idéntica a la de los despidos. La consultora Webmergers (www.webmergers.com) indica que en enero de 2002 contabilizó el menor número de quiebras desde agosto de 2000 (19 y 10, respectivamente). La cifra más elevada corresponde a mayo de 2001 (64 quiebras o cierres). El número total de empresas del sector informático/Internet que cerraron entre enero de 2000 y enero de 2002 se eleva a 788.

En el caso de los despidos, como en el de las quiebras, si tomamos como referencia la caída de Wall Street en marzo de 2000, sorprende la furia y rapidez con que se cortó 'hasta el hueso'. Y como según Schumpeter la destrucción creadora es la principal característica del capitalismo, la aceptan de buena gana. Sólo cuenta la eficacia. El optimismo palpable en Silicon Valley, mientras las perspectivas de reactivación son todavía modestas, debe mucho a dicha actitud.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_