Una ciudad tan grande como Zaragoza
Los futuros habitantes de los nuevos barrios del sureste critican el retraso en la construcción de sus viviendas
Una ciudad con 500.000 habitantes, casi como Zaragoza, pero sin equipo de fútbol en primera división, sin río y sin catedral. La capital madrileña tendrá dentro de unos años, gracias al desarrollo del sureste, siete nuevos barrios donde vivirá casi medio millón de personas. Uno de esos barrios, el del Ensanche de Vallecas, ya está aprobado y en construcción. El resto, un total de 4.930 hectáreas entre los distritos de Vicálvaro, Villa de Vallecas y San Blas, es aún un enorme descampado rojizo que recuerda a los paisajes de Marte. Y no tiene nada más. Pero sobre ese suelo se levantarán más de 122.000 viviendas en los próximos años.
Para que el proyecto arranque y comiencen a construirse viviendas, zonas verdes y todo lo que tiene que tener un nuevo barrio, el Ayuntamiento ha dado ya un paso crucial: el pleno de mañana aprobará el plan de infraestructuras de estos seis desarrollos urbanísticos.
El desarrollo del sureste incluye seis nuevos barrios -Los Ahijones, Los Berrocales, El Cañaveral, Valdecarros, Los Cerros y la Nueva Centralidad del Este- y un gran polígono industrial (La Atalayuela). Además, en la misma zona está el Ensanche de Vallecas, donde habrá 26.000 viviendas. Tanto en el Ensache como en el resto del sureste, la mitad de los pisos, tal como establece la Ley del Suelo, serán protegidos, es decir, que a ellos pueden acceder sólo las familias con ingresos inferiores a los 2.400 euros mensuales.
El plan de infraestructuras que el Ayuntamiento aprobará mañana incluye el medio ambiente, el transporte y las canalizaciones. 'Entre las vías que cruzarán la zona -como la M-45 o el trazado del AVE Madrid-Barcelona- y las viviendas habrá zonas verdes para evitar el impacto acústico', afirman fuentes de la Concejalía de Urbanismo. 'Además, se podrá ir desde la cuenca del Jarama hasta la del Manzanares en bici por un paseo verde de más de 30 kilómetros', aseguran.
¿Quién va a residir en este enorme barrio? En el sureste han puesto buena parte de sus ahorros miles de personas, sobre todo parejas jóvenes. Basta con meterse en un foro de Internet sobre vivienda -por ejemplo, el de la página web del PP-, para comprobar cómo están de caldeados los ánimos entre los cooperativistas. En El Cañaveral (Vicálvaro), por ejemplo, hay aspirantes a conseguir vivienda desde noviembre de 1998.
Éste es el caso del matrimonio formado por Gerardo y Ana, ambos de 32 años. 'Estamos metidos en la compra de un piso de 80 metros cuadrados que nos va a costar 84.141 euros [14 millones de pesetas]', explica Gerardo, que trabaja como vigilante. Él y su mujer comenzaron a pagar a Ofigevi, una de las gestoras de cooperativas, en noviembre de 1998. 'Dimos 300 euros de reserva, luego 1.410 euros de entrada, y estamos pagando 36 letras mensuales de 390 euros', subrayan. 'Nos dijeron que en marzo de 2002 tendríamos los pisos, pero aún no han empezado. Nunca nos contaron que las obras de infraestructuras iban a ser tan enormes. De haberlo sabido...', se queja Gerardo.
Y la verdad es que de pisos en marzo de 2002, nada. Y tampoco en marzo de 2003 ni de 2004. Con el plan de infraestructuras en la mano, Urbanismo tiene que aprobar los planes parciales, donde cada propietario de suelo explica qué es lo que va a construir en él. 'En dos años empezarán las obras de urbanización', dice el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río.
Después, las cooperativas empezarán a edificar. 'No habrá viviendas hasta dentro de ocho o diez años. Que la gente no se engañe', aconseja Justo Calcerrada, de IU. Y añade: 'Además, es imposible que los precios de los pisos se mantengan tan baratos como prometen las cooperativas, teniendo en cuenta que subirá el precio de los materiales y el del suelo'.
En cambio, las gestoras de cooperativas, como Ofigevi, son optimistas. 'Urbanismo nos ha dicho que las viviendas podrán edificarse en 2003', asegura Carmen Rosa, directora de gestión de Ofigevi, que afirma que esta gestora ya tiene vendidos todos los pisos de la zona y que no va a subir el precio.
Espera resignada
Entre el baile de fechas que dan las distintas partes, los futuros residentes esperan resignados. Diana y Roberto, de 27 y 23 años, están pagando por una vivienda en Los Ahijones. Diana compara la experiencia de irse a una zona completamente nueva con la que vivieron sus padres hace 30 años. 'Fueron de los primeros que llegaron a vivir al norte de la capital, cerca de La Vaguada. Y me cuentan que al principio no había nada, pero, poco a poco, el barrio tuvo transportes y la zona se levantó', dice.
Para el sureste también hay planificadas redes de transporte, como la prolongación de las líneas 1 y 9 de Metro. Además, habrá vías que unirán unos barrios con otros y todos los desarrollos tendrán conexión con las grandes carreteras, según Urbanismo, aunque por ahora no figuran en ningún plano.
Transportes, medio ambiente, viviendas..., pero ¿qué pasa con los equipamientos del sureste? ¿Dónde va a estar el gran hospital de la zona? ¿Y las grandes instalaciones deportivas? 'Un barrio no puede salir adelante si no se prevén los equipamientos. No sólo los centros de salud, sino las instalaciones más grandes', afirma la concejal socialista Matilde Fernández. 'Todo está previsto. Esta nueva ciudad será moderna, y claro que tendrá equipamientos para toda la zona', replica del Río, del PP.
Mientras, los cooperativistas siguen esperando a que sus viviendas salgan adelante. 'Nos iremos a vivir allí muchas parejas jóvenes. Pero, a este paso, con garrota', ironiza Gerardo, que espera vivir algún día en El Cañaveral.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.