Manu Chao agota las entradas para el primero de sus cuatro conciertos sorpresa

Llega la primavera y Madrid ofrece una semana intensa marcada por los cuatro conciertos sorpresa de Manu Chao en La Riviera. Es como el estallido previo a la flojera de la semana que viene, que, por ser Santa, pilla a muchos madrileños fuera de la ciudad. En la cuerda de Manu Chao, Amparanoia hace doblete para presentar su reciente disco, Somos viento. Los australianos The Chevelles traen a la capital lo mejor del power-pop mientras que ese extraño dúo argentino llamado Pimpinela repasa sus grandes éxitos de peleas conyugales.

- Manu y Amparo. Hay mucha conexión entre el franco-español Manu Chao y la granadina Amparo Sánchez, cabeza de Amparanoia. Se intercambian estrofas en sus discos y se dedican piropos. Chao conoce el éxito masivo, el reconocimiento popular; Amparo vive el de ser fiel a sí misma. Próxima estación: Esperanza es el segundo disco en solitario del que fue líder de Mano Negra. Ahí estaba el incontestable Me gustas tú, que se convirtió en una de las alternativas a la canción del verano de 2001. Tras El poder de Machín y Feria Furiosa, en los que coqueteaba con el Caribe, México y la rumba, Amparanoia mira en su tercer trabajo, Somos viento, a los gitanos balcánicos.

- Del jazz al flamenco. El saxofonista Andreas Prittwitz, célebre como músico acompañante de lujo de las grandes estrellas nacionales, se dedica una semana a lo que más le gusta, el jazz. Lo mismo que la cantante Paula Bas o el pianista neoyorquino-madrileño Joshua Edelman. El inclasificable Raimundo Amador y el cante moderno de José Soto Sordera abren el festival Música del Agua, con el que el Canal de Isabel II homenajea a los ríos madrileños.

- Del pop y el rock... y Pimpinela. Los australianos The Chevelles presentan el delicioso pop de guitarras con nervio de Sunseeker, su reciente disco. La sorpresa española se llama Lombardi, el grupo gallego que teloneó la semana pasada a Dover, Weezer y Cramberries. Por otra parte, los surrealistas Faemino y Cansado pondrán la nota de humor, y los no menos surrealistas Pimpinela, que se comportan en el escenario como un matrimonio mal avenido, harán un repaso de sus mejores temas.