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Entrevista:MERCEDES DE LA MERCED | Primera teniente de alcalde (PP) de la capital

'Mi candidatura a la alcaldía de Madrid no depende sólo de Aznar, sino del partido'

Mercedes de la Merced (PP), de 41 años, es hoy primera teniente de alcalde en el gobierno municipal de José María Álvarez del Manzano. Pero su objetivo es ser alcaldesa de Madrid. No se lo pondra fácil a José María Aznar si tiene que renunciar, pero tampoco luchará a muerte frente a la candidatura de Esperanza Aguirre, su contrincante. De la Merced no vincula su futuro político al de Aznar y afirma que los poderes públicos deben llegar donde la actividad privada no puede. Mantiene que el problema del botellón no se resolverá sólo con policías y asegura que en Madrid son urgentes las políticas sociales. De la Merced critica la ausencia de la ministra de Cultura en el homenaje póstumo a Adolfo Marsillach y considera un error relacionar pareja de hecho y violencia doméstica.

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Pregunta. Usted nació a la política de la mano de Aznar, pero no parece su propósito irse de la política con él.

Respuesta. Yo comencé en la política con UCD. Después, entré en el Gobierno de Aznar en Castilla y León, sin militar en Alianza Popular. Pero, en cualquier caso, pienso que no es bueno identificarse única y exclusivamente con una persona; es más, creo que en política eso es muy malo y muy peligroso. Afortunadamente, el PP es un partido que ha logrado consolidar un proyecto político y pienso que quienes intenten y digan eso de 'yo me iré cuando se vaya el líder del partido' cometen, desde mi punto de vista, un error. Por lo que a mí respecta, estaré a disposición de mi partido, si es que me necesita. Pero que no se espere de mí una declaración que me vincule a la decisión de Aznar, que es una decisión particular, porque creo que eso no es bueno para mi partido. Yo vinculé mi futuro político a un proyecto, no a una persona, aunque esa persona sea Aznar.

P. Debe resultarle muy duro que ahora su carrera política, su candidatura a la alcaldía de Madrid, dependa de una palabra de Aznar, ¿no?

R. Mi candidatura no va a depender única y exclusivamente de una palabra de Aznar. Dependerá de lo que considere el partido sobre quien mejor represente un proyecto político que quiera desarrollar en la ciudad de Madrid. Intentaremos que el PP presente al mejor candidato, y si yo no soy la mejor candidata, pues no pasará nada. La verdad es que me pellizco por las mañanas para creérmelo, por haber tenido la oportunidad de trabajar 10 años para Madrid. Puede sonar a falsa modestia, pero le aseguro que mis aspiraciones están, a día de hoy, plenamente colmadas.

P. Nadie se va a creer, con lo que usted se lo ha currado, que no se le va a hundir la tierra bajo los pies si finalmente Aznar designa a Aguirre como candidata a la alcaldía de Madrid.

R. Creo que cometería un error de libro si dijera que me llevaría un gran disgusto. Además, en el Ayuntamiento de Madrid hay mucha gente que se lo ha currado mucho, aunque no estén en el Comité Ejecutivo nacional del PP, y que tienen sin duda méritos suficientes para aspirar a la alcaldía.

P. Imaginemos que es usted la candidata. ¿Cuál sería la primera cosa que haría si llegase a la alcaldía?

R. Apoyaría un proyecto en el que Madrid siguiera siendo una ciudad de futuro. Invertiría en políticas sociales y en políticas medioambientales, en las que creo que habría que establecer una clara prioridad. En estos 12 años de mandato de Álvarez del Manzano se ha mantenido un equilibrio entre el norte y el sur de Madrid, pero yo creo que lo importante en los próximos años es que consigamos humanizar la ciudad, dedicar más esfuerzos a políticas sociales. El siglo XXI tiene que ser el del mestizaje y, por tanto, tenemos que implantar políticas de integración de los que vienen de fuera en busca de una oportunidad. Hay que favorecer la igualdad creando ayudas para que las mujeres puedan trabajar, residencias de ancianos, tantas cosas...

P. Hay quien asegura que el alcalde le tiene a usted más miedo que a un nublado.

R. Pues no sé por qué dicen eso de mí. Quizás porque soy mujer. O porque no me callo, pero me cuesta creer que quien dice esas cosas refleje lo que piensa el alcalde de mí.

P. La moralina del alcalde sobre la malignidad de las parejas de hecho y su relación con la violencia doméstica ha sido una de las más desconcertantes, ¿no?

R. Yo respeto lo que dicen el alcalde y mi partido. Pero hay veces en las que me permito el lujo de discrepar. En el tema de las parejas de hecho he optado por una abierta defensa de la libertad. Pienso que los individuos deben ser libres para elegir la opción civil, pero también la sexual. Y, a pesar de lo que digan el alcalde y las estadísticas, creo que es un error relacionar la opción de la unión que tenga una pareja con la violencia doméstica. Creo firmemente que es una lacra que arrastra esta sociedad, y a mí lo único que me importa es que las mujeres no se callen, estén o no casadas.

P. La verdad es que no sé qué le pasa a usted con algunos hombres de su partido. Porque Javier Arenas le ha apeado de la Secretaría de Formación para colocar a Eugenio Nasarre, un viejo correligionario de la democracia cristiana.

R. Es que Nasarre ya estaba en el equipo de Arenas. Pero fui yo la que renunció al cargo, porque me parece incompatible con mis responsabilidades municipales. Lo de la democracia cristiana viene de la UCD, donde yo conocí a Arenas, aunque yo era más joven que él. Eso de las familias ya está muy superado. Hoy, en el PP ya no hay democristianos, liberales, socialdemócratas...

P. Es verdad, hoy hay Opus Dei, quinta de Becerril...

R. Lo de Becerril no tiene ninguna importancia. No son más que un grupo de jóvenes que se reúnen para discutir los problemas de la sociedad y a comer con el presidente una vez al año. Eso es todo.

P. ¿Usted pondría un plan de choque contra la marginalidad y la miseria tan contundente como el que han aplicado contra el botellón?

R. Para empezar, no es cierto que Madrid tenga miseria en la calle, que tenga drogadictos en la calle. Pero sí es cierto que hay que hacer mucho más humana esta ciudad, que todos se integren en esta ciudad, porque si es verdad que algunos deciden la autoexclusión no lo es menos que otros muchos deciden integrarse y no pueden porque no les damos oportunidades. Es un problema de educación.

P. Eso es lo que deberían pensar quienes en su partido han decidido que lo del botellón se soluciona con la Policía vigilando en las calles el cumplimiento de una ley seca de imprevisibles consecuencias, ¿no?

R. Tengo muy claro que el problema del botellón no se puede solucionar sólo con Policía o con las medidas que se puedan poner en práctica con mayor o menor acierto. El problema afecta sobre todo a los jóvenes. Pero no sólo porque producen ruido, sino por el tipo de juventud que estamos creando, porque no puede ser que los jóvenes consideren que la única forma de divertirse es consumiendo alcohol. Habrá que ofrecerles alternativas, que es lo que intentamos en el Ayuntamiento de Madrid. Y en cuanto a los que infringen la ley vendiendo alcohol a menores, habrá que tratarles como infractores y habrá que cerrar los establecimientos de manera que ya no les compense el negocio de infringir la ley, porque ahora sólo pagan una multa. Los establecimientos que venden alcohol a los menores hay que cerrarlos sin más.

P. Es fácil calcular que la derecha seguirá gobernando este país, sobre todo si conservan ustedes, entre otros bastiones, la ciudad de Madrid. No sé si usted acaba de verse como referente de ese poder de la derecha.

R. Yo no quiero ser referente de nada en este momento. No creo que sea tan importante un referente personal. Si el PP presenta un mal proyecto, no seguirá gobernando en Madrid. Pero le diré que lo que importa es que los ciudadanos vivan cada vez mejor.

RICARDO GUTIÉRREZ

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