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Reportaje:ESQUÍ | El ocaso de una estrella

Muehlegg purga su pena

El esquiador ha decidido negar la evidencia de su dopaje escudándose en irregularidades en el control mientras pierde apoyo y patrocinadores

'No, no he tomado nada; estoy limpio', dijo Johann Muehlegg nada más conocerse su dopaje en los Juegos Olímpicos de Salt Lake City y sigue manteniéndolo sin hacer más declaraciones que aporten algo. Entonces, como en todos sus actos, fue asesorado por su hermano, Martin, y ahora lo hace también por consejo de sus abogados. El esquiador que generó las mayores alegrías del deporte español en mucho tiempo con sus tres medallas de oro y las echó por tierra de forma fulminante a los pocos días ha decidido mantener una inocencia en la que sólo creen él y su entorno para tratar de salvar los muebles de lujo que se le quemaron en el Estado norteamericano de Utah. Y va purgando su pena.

Está suspendido seis meses cautelarmente y penden sobre él dos años de sanción
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'Está hundido. Se hundió ya a los dos días del mazazo y ahí sigue, pero es su problema. Nosotros no podemos hacer ya nada', comentó un alto funcionario del Consejo Superior de Deportes que ha sido el interlocutor y el paño de lágrimas de Muehlegg en las últimas semanas. 'Ha elegido un prestigioso bufete de abogados de Barcelona y tampoco nos ha aclarado si va a recurrir al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) del COI o a la justicia ordinaria', añadió.

Si Juanito ha hecho algunas declaraciones sólo ha sido para repetir lo mismo y deslizar algunas palabras, por descuido, en su parco español. Desmintió lo dicho al periódico noruego Verdens Gang de que si hablara podría provocar 'el caos en el esquí de fondo'. Pero lo dijo, aunque no quería que se publicara, porque eso mismo piensan y se callan, para no ensuciar más el mundo en el que comen, muchos ciclistas, atletas y tantos deportistas de élite que viven entre las vitaminas y el dopaje. Y sobre su retirada, algo que le ronda en la crisis tremenda que vive, es tan evidente que podrá ser oficial si en el próximo congreso de la Federación Internacional de Esquí (FIS) se confirma la sanción habitual de dos años para casos similares. Difícilmente podrá resistir en la élite, pero no ya porque se plantaría casi en los 34 años, sino porque económicamente su situación sería ruinosa para resistir el paréntesis.

De momento, Muehlegg está suspendido cautelarmente seis meses por la FIS, y por la Federación Española, a la espera de la sanción definitiva que se le impondrá en el congreso dentro de dos meses. Por ello ha perdido el resto de la temporada de Copa del Mundo y explotar lo que en principio fue un éxito. Los patrocinadores han huido y su soledad sólo ha sido paliada por un grupo de amigos, entre ellos varios militantes o diputados del PP, que le homenajearon con una cena porque ni ha sido el primero ni será el último dopado, aunque sí el más sonado. También alguno le recomendó que sería mejor una confesión pública de culpabilidad porque en España se perdona al arrepentido, pero no al mentiroso, y que cualquier decisión en los despachos, aunque sea favorable, no le limpiará nunca ante la opinión pública del fiasco.

Pero Juanito escucha y es entrañable, como un niño grande, cuando está solo, cuando incluso se olvida de la programación que le tiene hecha Martin. En cuanto recuerda que la estrategia fraternal debe seguir, aunque sea él quien esté sufriéndolo todo, vuelve al mismo discurso.

El filo de la navaja del dopaje le cortó y él mismo sabía, cuando ganó la tercera medalla de oro, que aquello podía terminar mal. El sábado 23 de febrero, cuando llevó a cabo su extraordinaria remontada para superar al ruso Ivanov, su talante ya no era el mismo que en las dos medallas anteriores. Aunque el esfuerzo había sido mucho mayor, los propios miembros de la reducida expedición española a Salt Lake City lo comentaban y lo recuerdan ahora. 'No lo celebró igual. Pero sabíamos, como él, que le habían hecho un control por sorpresa dos días antes. Parecía que tenía la mosca detrás de la oreja. Lo que pasa es que nunca crees que va a ocurrir', advirtió un representante del COE.

El sueco Bengt Saltin, médico miembro de Agencia Mundial Antidopaje (AMA), declaró ayer al periódico alemán Bild: 'Durante toda la temporada, antes de los Juegos, habíamos hecho controles y tanto en Muehlegg como en las esquiadoras rusas [Larissa Lazutina y Olga Danilova, también positivas con darbeopoetina] había índices claros de dopaje. Lo que no sabían ellos es que el propio laboratorio fabricante del producto coloboró con la AMA para tener una prueba fiable de detección'.

Precisamente en el procedimiento del control es donde sólo parece que podrán basarse los abogados de Muehlegg para tratar de minimizar los daños. Juanito sólo puede estar tranquilo de que el TAS, al que han apelado ya las rusas, según ha declarado uno de sus miembros, no le quitará las dos primeras medallas de oro, que él presenta como contrapeso a su desgracia. Pero sólo por una cuestión legal, claro.

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