Declive imparable en Europa
Europa, que hace poco más de un siglo era el Continente católico por antonomasia ha sido testigo en los últimos 30 años del declive imparable de la Iglesia, si se mide éste en términos de pérdida de influencia social y, sobre todo, de pérdida de vocaciones. Cuando en octubre de 1978, el cardenal polaco Karol Wojtyla, es elegido Papa con el nombre de Juan Pablo II, la situación en cuanto a número de inscritos en los seminarios católicos del mundo es dramática, con una cifra de 63.882 estudiantes de teología y filosofía en los mismos, tras una prolongada crisis de vocaciones.
El largo pontificado de Wojtyla, que en repetidas ocasiones ha hecho llamamientos a los jóvenes para que tengan el coraje de atender la llamada del sacerdocio, pese a las dificultades de esta vida pastoral, parece haber dado algunos frutos.
Datos del año 2000, recogidos en el último Anuario de la Santa Sede demuestran que el número absoluto de sacerdotes aumentó en 189, comparado con los datos del año anterior, gracias al aumento de sacerdotes pertenecientes a órdenes religiosas. El saldo es positivo, pero ha descendido la cifre de curas comunes, que son 600 menos. La esperanza para la Iglesia está en el número de seminaristas, que se ha incrementado notablemente en los últimos 30 años en tres continentes, Africa, Asia y América Latina, por este orden.
En 2000, había 110.583 estudiantes de teología y filosofía en los seminarios esparcidos por todo el mundo, es decir, un 73% más de vocaciones que en el aciago 1978. Con una clara diferenciación por zonas geográficas. El número de seminaristas africanos se ha más que triplicado, respecto a las cifras de hace 20 años, mientras los asiáticos han aumentado en un 125% y los latinoamericanos un 65%. Las vocaciones apenas aumentaron un 12% en Europa, cuyos fieles católicos tendrán que confiarse cada vez más a la guía de sacerdotes de otras latitudes. Sólo en Italia ya hay 2.200 sacerdotes de otros países encargados de atender a los fieles. Ello pese a que, en el país que hospeda desde hace casi dos mil años el cuartel general de la Iglesia Católica, la situación se mantiene casi estable en lo que a vocaciones se refiere, con una ligera tendencia al aumento en el sur del país, seguido por el centro, mientras en el norte, el aumento de seminaristas se limita a la región Lombardia. El Papa, por si acaso, ha abierto también los seminarios a los expertos en psicología.
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