Maljkovic e Ivanovic, íntimos 'enemigos'

Mucha tensión, muchos nervios, muchas cosas en juego... Pero Tusko Ivanovic y Bozidar Maljkovic mantienen la caramadería que les caracteriza hasta el punto de que la noche anterior a la semifinal que ayer enfrentó a sus equipos, el Tau y el Unicaja, salieron juntos del pabellón Buesa Arena para irse a cenar a un restaurante de Vitoria. Su relación viene de lejos. Desde que Ivanovic era uno de los líderes y el principal cañonero de aquel maravilloso Jugoplastika de Split en el que hizo sus primeras cosas notables Maljkovic.

El entrenador del Unicaja es uno de los mentores de la espléndida carrera de Ivanovic y ambos mantienen su amistad a pesar de que sus caminos se han cruzado ya muchas veces. Los métodos que utilizan son similares, muy detallistas con el ritmo de sus equipos, con lo que cada jugador debe hacer en cada instante, y firmes en la exigencia cotidiana en los entrenamientos.

Ivanovic, montenegrino de 44 años, empezó como ayudante de Quimet Costa en el Girona y ya cuenta con tres Ligas suizas, con el Friburgo, y una Liga y una Copa francesas y una Korac con el Limoges, esta última ganada contra Maljkovic. Nada en comparación con el historial de éste, a punto de cumplir los 50 años y ganador de cuatro Euroligas con tres equipos, el Jugoplastika, el Limoges y el Panathinaikos; una Korac, con el Unicaja; una Copa española, con el Barcelona, dos Ligas y dos Copas yugoslavas con el Jugoplastika, y una Liga y dos Copas francesas con el Limoges.

Maljkovic aporta la flema; Ivanovic, la marcialidad. Los dos saben cómo tranquilizar a los suyos en plena tensión. En el Unicaja se prepararon para el partido de ayer efectuando estiramientos en un parque frente al hotel en el que se alojan los equipos. Todos menos el Tau. Ivanovic prefiere que sus jugadores duerman, coman y se concentren con sus familias. Como un día más de entrenamiento.

El parentesco de Maljkovic e Ivanovic también puede extenderse a la otra semifinal de ayer, aunque con lazos menos íntimos. Aíto García Reneses empezó su carrera como entrenador de Estudiantes y Pepu Hernández, el actual, siempre se ha declarado admirador de los métodos del técnico del Barça.