El Tribunal de Cuentas señala el fracaso del plan estratégico del Gobierno para Astilleros Españoles

Las factorías de construcción naval de Astilleros Españoles, SA, (AESA) acumularon pérdidas en 1998 de 92 millones de euros, a pesar de que la previsión del Gobierno, fijada en el plan de viabilidad para la empresa era la de obtener un superávit de dos millones de euros. El dato queda recogido en un informe del Tribunal de Cuentas presentado en el Senado por el presidente de la institución fiscalizadora, Ubaldo Nieto. De esta manera, el tribunal evidencia el fracaso del plan estratégico diseñado por el Gobierno para superar la crisis naval en España derivada de la falta de cartera de pedidos y la competencia de países asiáticos, que iniciaron una agresiva campaña de reducción de precios, aun presentado productos a costes más bajos de los de producción, para hacerse con el mercado.

Esta circunstancia provocó la presentación de una queja por parte de la Unión Europea, que consideró el modelo coreano como un caso de 'competencia desleal' que afectaba directamente a la actividad de construcción naval en Europa. Todas las plantas andaluzas -las de Puerto Real, Sevilla y Cádiz- fracasaron en sus planes de obtención de rentabilidad. En el conjunto de España, sólo la factoría de Sestao obtuvo beneficios.

El informe desvela, además, otros incumplimientos del plan estratégico del Gobierno. La empresa no alcanzó su meta de mejora de la productividad, aunque sí alcanzó los objetivos establecidos en las factorías de Puerto Real y Sevilla. En el conjunto de centros de AESA, los gastos generales de producción 'superaron en todos los casos y de forma significativa las cifras del ejercicio anterior'.

En cuanto al compromiso de reducir los lazos de entrega, el estudio asegura que 'estuvo muy lejos de conseguirse'. De hecho, a pesar de que el plan fijaba una reducción en los tiempos de construcción de un 40%, la realidad fue que se produjeron aumentos generalizados de los plazos de entrega comprometidos.

El plan estratégico del Gobierno tampoco pudo ser llevado a cabo en materia de personal. No se cumplieron los objetivos de congelación salarial, una de las piezas clave para superar los números rojos, ni los referidos a la aplicación de medidas de movilidad laboral.

El informe asegura que algunos aspectos de la marcha interna de la empresa publica no pudieron ser conocidos porque AESA 'no contaba con datos sobre su evolución'. El Tribunal de Cuentas se refiere a la previsión de reducción de costes en el capitulo de aprovisionamiento de la compañía.