EE UU se salta sus propias leyes en la lucha contra el terrorismo

Desde el 11 de septiembre, el Gobierno de EE UU ha transportado a terceros países a docenas de personas presuntamente vinculadas con actividades terroristas sin cumplir los procedimientos de extradición ni otras formalidades legales, según diplomáticos occidentales y fuentes del espionaje. Los sospechosos han sido trasladados a países -Egipto y Jordania entre ellos- cuyos servicios secretos tienen lazos con la CIA y donde pueden ser sometidos a torturas y amenazas a las familias.

'Después del 11 de septiembre, este tipo de movimientos han sido muy frecuentes', declaró un diplomático estadounidense. 'Nos permite obtener información de los terroristas de una manera que no podemos utilizar en suelo de EE UU'. Uno de esos sospechosos es Mohamed Saad Iqbal Madni, que llegó a Yakarta procedente de Pakistán en noviembre. Según relató a sus conocidos, llegó a Indonesia para pagar una herencia a la segunda esposa de su padre fallecido. Pero en lugar de firmar un cheque y regresar a Pakistán, se instaló en una pensión de Yakarta.

En enero, la CIA comunicó a los servicios secretos indonesios que Iqbal, de 24 años, era un agente de Al Qaeda. La CIA pidió al Gobierno indonesio que lo detuviera y, unos días después, Egipto pidió la extradición de Iqbal, que tiene pasaportes egipcio y paquistaní. El 9 de enero, Iqbal estaba en manos de los servicios secretos indonesios y dos días después, sin pasar por un tribunal ni ver a un abogado, fue trasladado a Egipto en un avión estadounidense.