UGT abre hoy su congreso con el debate sobre la calidad del empleo y la rebaja de la temporalidad

La UGT inicia hoy su 38º Congreso, en el que 800 delegados, en representación de los 825.000 afiliados, van a debatir su programa de acción para los próximos cuatro años, con una apuesta por el empleo de calidad. Los documentos previos fijan, entre otros objetivos, lograr que se reduzca la temporalidad al menos un tercio, y que se conviertan en fijos 1,3 millones de los 3,8 millones eventuales actuales; continuar con la reducción del paro hasta la media europea, y reclamar que se duplique el gasto para políticas activas.

El sindicato recuperará asimismo resoluciones aprobadas en su anterior congreso, y aún no logradas, como la reducción de la jornada hasta las 35 horas semanales o hasta cuatro días de trabajo con tres de descanso, que seguirá reclamando mediante la doble vía de la ley y los convenios.

Una reivindicación que puede ser escuchada por el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, que intervendrá en la inauguración del congreso, y por el presidente de la patronal, José María Cuevas, quienes, con reiteración, se han manifestado contrarios a esa medida. Entre los 1.200 invitados, acudirán también los dirigentes de los partidos parlamentarios, de los sindicatos españoles e internacionales y de otras organizaciones sociales.

En su programa de acción, la central incluye que la pensión mínima se sitúe en el 50% de la renta media y no como ahora, en el 75% del salario mínimo; lograr una indemnización a término en los contratos temporales hasta una cuantía mínima de 20 días por año trabajado; combatir la segregación laboral femenina, e impedir el abuso que se realiza con los trabajadores inmigrantes. Son estos últimos colectivos los que, a su juicio, constituyen una manifestación más clara de la dualidad socioeconómica, que se concentra en la economía sumergida y la difícil inserción laboral de los jóvenes y la inmigración, que considera 'uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo' para la igualdad y la integración sociolaboral.

Esas demandas se reflejarán en la nueva composición de la ejecutiva confederal, que tendrá responsables para esos colectivos, dentro de una renovación que ampliará los dirigentes de 11 a 13 personas, de las que seis serán mujeres.