La 'guerra' electoral deja a Òmnium sin presidente

La guerra ha estallado en Òmnium Cultural. El duro enfrentamiento entre los dos candidatos a presidir la entidad, Josep Millàs, actual presidente y cabeza de la candidatura continuista, y Jordi Porta, líder de la lista renovadora, subió ayer de tono cuando la mesa que debía validar los votos delegados presentados en el escrutinio del pasado jueves y designar al vencedor, hubo de renunciar por presiones. Millàs cerró a los socios las puertas de la entidad, custodiadas excepcionalmente por dos guardias de seguridad. Porta se negó a entrar si se impedía el acceso a los socios. Al final, la mesa tuvo que suspender la reunión ante la ausencia de los interventores de la candidatura de Porta.

La continuación de los enfrentamientos entre Josep Millàs y Jordi Porta después de que en la madrugada del pasado jueves se suspendiera la validación de los votos delegados presentados por los dos candidatos en las elecciones a presidente por las impugnaciones presentadas por Millàs, hacía prever que la reunión de la mesa electoral, ayer, para resolver esas impugnaciones fuera larga. Pero la reunión no llegó a celebrarse, y en consecuencia las elecciones del jueves todavía no tienen vencedor oficial.

La voluntad del presidente de la mesa electoral y vicepresidente de la entidad, Miquel Pes, por llegar a un acuerdo y resolver el conflicto suscitado por el cierre de las puertas de Òmnium a los socios de nada sirvió. Los tres interventores de Porta se negaron rotundamente a asistir a la reunión. 'No aceptamos que se excluya al socio del proceso electoral', dijo tajante Josep Castells, interventor de la candidatura de Porta, antes de abandonar indignado la sede de Òmnium Cultural mientras exclamaba: 'Esto es surrealista'.

Nervioso, Millàs justificó la decisión de cerrar las puertas de la entidad y contratar a dos guardias de seguridad para impedir la aglomerarción de socios ante la entidad y que 'se colaran muchas personas que no son socios, como sucedió el pasado jueves', dijo. 'Para bien o para mal, hemos decidido que la mesa electoral trabaje tranquila', apostilló.

El presidente de la mesa electoral aseguró que sin la presencia de los interventores la reunión no podía celebrarse y reconoció que la decisión de Millàs de cerrar las puertas de la entidad daba 'una imagen distorsionada de Òmnium Cultural'.

'Los primeros sorprendidos de que no se deje entrar a los socios somos nosotros', dijo Porta en una improvisada conferencia de prensa en la calle, frente a la sede de la entidad. 'Ante esta situación los interventores de mi candidatura se han retirado de la mesa electoral porque consideramos que no podemos confiar en ella'. Como en la noche electoral, Porta llevó un notario que levantó acta de lo sucedido.

El candidato renovador, que ocupa el cargo de síndic de greuges en la Universidad Autónoma de Barcelona, aseguró que con esta actitud Millàs se ha 'desacreditado'. 'Tenemos elementos suficientes para impugnar todo el proceso electoral, pero por ahora no tomaremos ninguna medida que pueda desacreditar la entidad más de lo que ha hecho Millàs'.

Pendientes aún de resolver las impugnaciones sobre un buen número de votos delegados, en las elecciones del pasado jueves Porta logró 1.924 votos frente a 1.719 que obtuvo Millàs.