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Entrevista:JAIME MERINO | Presidente de la Federación Europea de Medicina Interna

'El nuevo código de conducta prioriza el bienestar del paciente y su derecho a saber'

Más de 30.000 especialistas en medicina interna de Europa y Estados Unidos han suscrito un nuevo código de conducta para la profesión médica, publicado en los últimos números de The Annals of Internal Medicine y de The Lancet. El texto nace con la vocación de ser univeral y aplicarse a cualquier sistema sanitario, con independencia de la política de cada país.

El nuevo documento, que enfatiza sobre la aproximación humana al enfermo, es 'un contrato social entre los médicos y los ciudadanos como pacientes, sustentado en tres pilares: el bienestar del enfermo está por encima de cualquier decisión clínica, el paciente elige y tiene derecho a estar correctamente informado y el médico debe hacer primar los conceptos de justicia y equidad en la gestión y distribución de los recursos asistenciales, que son limitados', explica Jaime Merino Sánchez, presidente de la Federación Europea de Medicina Interna (FEMI).

'La tendencia a la subespecialización ha eclipsado durante un tiempo al internista'

En la elaboración de este documento, que empezó a gestarse hace tres años por iniciativa del Colegio Americano de Médicos, la Sociedad Americana de Medicina Interna, el Consejo Americano de Medicina Interna y la Federación Europea de Medicina Interna, ha participado activamente la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

El nuevo código ha sido hecho público en Madrid por Jaime Merino Sánchez, presidente de la FEMI, y Miguel Vilardell y Pedro Conthe, presidente y secretario, respectivamente, de la SEMI, institución esta última que celebra el 50º aniversario de su creación. El texto está pendiente de publicación en Medicina Clínica y Revista Clínica Española.

Según el presidente de la FEMI, que agrupa a 27 países, redefinir la relación médico-paciente y adecuar la práctica médica a los cambios sociales, como los avances tecnológicos y las normativas ético-legales, es 'en esencia el contenido de este código, que puede ser asumido por cualquier profesional de la medicina'.

Esta nueva carta magna, que pretende ser 'más que una declaración de buenas intenciones', recoge también una serie de compromisos que el profesional médico debe asumir, como son la honestidad, la confidencialidad, la calidad de la atención y una relación médico-paciente más humanizada.

'Los avances tecnológicos y sociales de las últimas décadas', indica, 'han modificado el trato con el enfermo, en cuanto que el médico ha perdido cierta perspectiva humanística, y el paciente, con pleno derecho, demanda incesantemente información'.

Otros capítulos relevantes del código son garantizar la calidad científica de la formación continuada y proteger la ética de las relaciones entre médico e industria farmacéutica. En este segundo caso, admite Merino, se trata de preservar la integridad del profesional sanitario, al tiempo que se respeten los intereses, legítimos, de los laboratorios.

'Hemos de reconocer', añade, 'que la industria es actualmente uno de los grandes baluartes de la investigación biomédica y que sin su apoyo muchas actividades de formación, investigación y clínica no podrían realizarse'.

Merino afirma que la medicina interna, que es la madre de todas las especialidades, ha sufrido en los últimos años cierto abandono por parte de sus hijas, debido a la creciente tendencia a la superespecialización o subespecialización. Así, en algunos momentos ha podido sentirse o quedarse en tierra de nadie.

'Con la aparición del sida, el progresivo envejecimiento de la población en los países desarrollados y los cambios en los modelos de gestión sanitaria, la medicina interna ha empezado en las dos últimas décadas a recuperar su protagonismo inicial', agrega Merino.

Esta especialidad médica, eminentemente hospitalaria, ha tratado al enfermo desde un abordaje integral, al atender a un número muy elevado de pacientes con diversas y complejas patologías. Algunos de los procesos que habitualmente maneja son los respiratorios, cardiovasculares, digestivos, infecciosos, autoinmunes, tumorales, multiorgánicos y la enfermedad diabética.

También ha sido, y sigue siéndolo, una pieza clave en el sostenimiento de las urgencias hospitalarias, consideradas como una de las joyas de la corona de la sanidad pública española.

La SEMI, que es una de las sociedades científicas más veteranas de España y de Europa, acaba de conmemorar el 50º aniversario de su creación. El internista español de proyección internacional Carlos Jiménez Díaz fue uno de los padres fundadores.

Jaime Merino.
Jaime Merino.CLAUDIO ÁLVAREZ

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