Amigo Vallejo insta a la administración a que erradique el chabolismo

El arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, recibió ayer a una representación de las 45 familias que viven en el asentamiento chabolista de los Bermejales y se comprometió a mediar con el ayuntamiento y la Junta para buscarles una solución. Los chabolistas visitaron a Amigo Vallejo para que les ayude a conseguir viviendas sociales que les permitan dejar el asentamiento.

El arzobispo subrayó que las caracolas prefabricadas en torno a las cuales surgió el asentamiento se instalaron hace 18 años como 'un remedio de urgencia' y calificó de 'totalmente inhumana' y de una 'precariedad inconcebible' la situación en la que viven estos chabolistas. 'El arzobispado no es la Consejería de Asuntos Sociales ni una delegación del ayuntamiento, pero haré lo que esté en mi mano para que estas personas tengan una vivienda digna', advirtió.

El arzobispo recordó que Urbanismo diseñó un plan para construir pisos para los chabolistas pero rectificó el 'rechazo social' de parte de los Bermejales. Según Amigo Vallejo, que hoy tiene previsto reunirse con este otro grupo de vecinos, la solución hay que buscarla 'escuchando a todos', pero advirtió de que la falta de consenso no puede impedir que los chabolistas tengan una vivienda.

El representante de los gitanos, Manuel Soto, negó que las 45 familias exijan seguir viviendo juntas y aseguró que están dispuestas a dispersarse por distintos barrios. 'Lo que pedimos es que no se nos retire de Sevilla porque tenemos que estar cerca para buscarnos la vida con la chatarra', aseguró Soto, que, no obstante, dijo no comprender porque no pueden seguir viviendo en el barrio. 'Llevamos allí 18 años y no sé por qué no podemos seguir', afirmó.