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El PSPV exige al PP nuevas normativas, más control y transparencia sobre las antenas de telefonía móvil

Los socialistas valencianos exigen al PP que apruebe normativas autonómicas concretas que regulen las emisiones de las antenas de telefonía móvil, que mida sistemáticamente la radiación que producen todas las estaciones y que informe con transparencia a los ciudanos sobre su ubicación y los niveles alcanzados. Además, quieren que este tipo de instalaciones se consideren actividades calificadas, lo que conlleva un mayor rigor en su gestión. José Ignacio Pastor, secretario de Innovación y Comunicación Interna del PSPV, que ayer coordinó en la sede del partido en Valencia una jornada titulada Telefonía móvil, preguntas y respuestas, calificó de 'incongruente' la actitud del PP valenciano, porque mientras la Federación Española de Municipios y Provincias, presidida por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha instado al Gobierno a considerar las antenas como actividades calificadas, el PP ha rechazado recientemente una proposición en esa línea realizada por la oposición. Incluso advirtió que la desregulación ha perjudicado a los operadores, que tienen problemas para desplegar sus redes.

Pastor explicó que, con la idea de hacer una 'oposición útil' a la sociedad, el PSPV ha escuchado las preocupaciones de los ciudadanos, que 'por culpa del PP' sufren 'la desinformación, el miedo, la confusión y hasta cierto grado de tecnofobia'. Como ejemplo, citó el artículo 8 de la normativa estatal, aprobada en septiembre pasado, que mientras afirma que las antenas son inocuas recomienda que no se instalen cerca de colegios, residencias de ancianos y hospitales. 'Esa medida conlleva mucha confusión', explica Pastor, 'un niño puede pasar muchas horas en un colegio, pero seguramente esté más tiempo en casa, donde puede tener una antena cerca'.

El PSPV, según Pastor, no quiere contribuir a aumentar la alarma social, pero sí apuesta, bajo la tesis de que 'no hay indicios científicos de que hay efectos nocivos, pero tampoco de que no los hay', por aumentar las investigaciones al respecto.

A la jornada de ayer asistió Manuel Portolés, biólogo del centro de Investigación del hospital La Fe, que explicó que las emisiones radioeléctricas producen un efecto térmico que puede producir una elevación de la temperatura de medio grado. También se apuntó en la jornada que algunos estudios, siempre en laboratorio puesto que lógicamente no se ha experimentado con humanos, habían revelado alteraciones en la división celular y en el ADN. Entre los asistentes se apostó por el principio de precaución, conocido como ALATA (tan bajo como la tecnología permita, en sus siglas en inglés).

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