_
_
_
_
_

La polémica sobre el nuevo aeropuerto cordobés vuelve a dividir a los partidos

Los socios de la coalición municipal discrepan y en el PP no se ponen de acuerdo

La disyuntiva que tiene Córdoba respecto a su aeropuerto, que es ampliarlo o hacerlo nuevo, se mantiene desde hace años, y estalla en polémica política periódicamente. El último episodio lo ha provocado el portavoz del PP y ex alcalde de Córdoba, Rafael Merino, con una pregunta parlamentaria al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, quien se ha mostrado receptivo a la idea de hacer unas nuevas instalaciones si el Ayuntamiento cede el terreno necesario para ello.

El Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Córdoba no contempla ninguna reserva de suelo para instalaciones aeroportuarias, ya que el terreno habilitado por el PP al comienzo de la redacción del PGOU fue eliminado al considerar el PSOE que creaba una bolsa de suelo que fomentaba la especulación.

Pese a ello, el grupo municipal socialista, socio de gobierno con Izquierda Unida (IU), ha acogido favorablemente el comentario de Cascos, y su portavoz, José Mellado, se muestra ahora dispuesto a buscar el terreno que hace años no consideraba necesario. Este cambio de actitud permite al PSOE poner en evidencia una nueva discrepancia con sus socios de gobierno. Mientras Mellado apuesta por un nuevo recinto aeroportuario si éste está terminado en cuatro años, la alcaldesa, Rosa Aguilar, considera muy improbable que se consiguiera esta infraestructura en tan poco tiempo. Ella cifra en ocho o nueve años lo que se prolongaría el proyecto, y apuesta por la ampliación de las actuales instalaciones porque teme que al final la ciudad pierda las dos posibilidades.

La polémica está servida, y no sólo en la coalición de izquierdas. Así, mientras Merino no se apea de su idea inicial de que Córdoba puede aspirar a un aeródromo nuevo, el presidente provincial de su partido, el senador Enrique Bellido, se ha mostrado en contra de una iniciativa que considera difícil de conseguir, apostando por la reforma del recinto existente. Hasta tal punto ha llegado la cuestión que el secretario general del PP, Javier Arenas, tuvo que dar explicaciones a sus irreconciliables compañeros de Córdoba, quitando hierro al asunto y manifestando que ambos respaldarían lo mejor para la ciudad.

Zonas agrícolas

Pero el problema no se limita a las discrepancias políticas, aunque éstas le puedan resultar muy cómodas a Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), puesto que así nadie les reclama una rápida ejecución del plan director de mejora del aeropuerto de Córdoba. Ese plan director será, de salir adelante, de muy difícil aplicación, pues el aeropuerto está rodeado de zonas agrícolas y parcelaciones clandestinas en las que viven o tienen su casa de recreo cientos de ciudadanos, que ya han hecho varias protestas en contra de la ampliación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El aeropuerto no tiene vuelos regulares y su uso es muy limitado. Según AENA, en 1999 el número de pasajeros que utilizaron las instalaciones de Córdoba ascendió a 11.175, frente a los 1,8 millones del aeropuerto de Sevilla, a los 8,5 millones de Málaga o a los 439.913 de Granada.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_