'Los padres no se enteran de nada y los chicos se emborrachan'

José Ignacio Echániz, consejero de Sanidad, padre de la Ley de Drogodependencias y otros Trastornos Aditivos (conocida como ley antibotellón), levanta la voz cuando describe las 'largas filas de chavales' que entran en las urgencias de los hospitales en las noches de los fines de semana 'con grados de etilismo impresionantes'. 'Cinco horas después vuelven a casa, habiendo estado a punto de morir. Sus padres no se enteran de nada', se encrespa.

Pregunta. ¿Se puede hablar de esta ley como ley antibotellón?

Respuesta. Es mucho más amplia. En el texto hablamos de drogas, alcohol, tabaco, ludopatías, la adición a Internet y otros trastornos aditivos. Sólo uno de sus capítulos, menos del 10% de la ley, está dedicado al botellón. Pero vivimos una situación social delicada y, además, han muerto esta semana tres jóvenes en Andalucía por mezclar alcohol con anfetaminas. Hay un clamor popular. Los medios de comunicación la han denominado así.

P. ¿Es una ley oportunista?

R. No. Castilla y León tiene Ley de Drogas; Valencia, también. Madrid no la tenía y era un buen momento.

P. Hace dos años, el consejero de Economía, Luis Blázquez, llevó al Consejo de Gobierno un borrador de ley parecido al actual proyecto, pero lo tuvo que retirar. Ni usted ni ningún otro consejero apoyó entonces a Blázquez. ¿Qué ha cambiado ahora?

R. Un Gobierno inteligente es el que está al pie de la calle y explora la realidad social. El alcohol, que hace dos años o cinco no era un problema, ahora sí. Hay una nueva generación que impone culturalmente el consumo de grandes cantidades de alcohol en la calle.

P. ¿Es un problema sanitario?

R. Es lamentable ver a los chavales, con grados de etilismo impresionante, entrar en fila en las urgencias de los hospitales los viernes y los sábados. Llegan a las diez o doce de la noche, se les pone la vitamina B12 y, cinco horas después, vuelven a casa con la borrachera pasada, habiendo estado a punto de morir. Sus padres no se enteran de nada.

P. Ahora los médicos tendrán que avisar a los padres.

R. Sí, y esto complica la situación. Tenemos la certeza de que las familias desconocen lo que ocurre. Vamos a diferenciar entre lo que llamamos menor menor, con menos de 16 años, y el menor maduro, de más de 16. Los médicos estarán obligados a avisar a los tutores en los casos de menor menor. El resto dependerá del criterio del médico. Los padres tienen derecho a saber. Esta ley nos la han pedido los ayuntamientos y, por supuesto, los padres.

P. Están echando toda la carne en el asador. ¿Va a servir para algo?

R. Las leyes no son varitas mágicas. Sólo los gobiernos responsables toman medias. El presidente, que es una persona valiente, ha dado luz verde a esta ley. Nos ha orientado: esto sí, esto no...

P. Pero va a ser difícil de aplicar. ¿Como impedirán, por ejemplo, que las empresas de comida a domicilio lleven cervezas por la noche?

R. Si descubrimos que un repartidor de pizzas lleva también cerveza o vino, impondremos a su empresa 600.000 euros de multa. Las medidas disuasorias son duras. La gente cumplirá. Tenemos inspectores que van a estar vigilando muy de cerca.

P. ¿Cuántos inspectores?

R. Tenemos 60 actualmente y vamos a incrementar la plantilla en otras 20 personas. Luego habrá que sumar los que tengan los ayuntamientos. Hemos realizado una memoria económica donde incorporaremos más dinero para estas labores.

P. ¿Y la misión de los inspectores?

R. Elaborar los expedientes que se abran por la aplicación de la ley. No vamos a dejar solos a nuestros jóvenes.