Un estudio revela que el 76% de los menores de entre 14 y 18 años ha bebido alguna vez
El consumo de alcohol se ha convertido en una de las ocupaciones preferidas de los jóvenes en sus ratos de ocio. El 76% de los jóvenes de entre 14 y 18 años declara que ha consumido alcohol; de éstos, el 58% se declara bebedor habitual: el 43% lo consume únicamente durante los fines de semana y el 15% lo hace también en días laborables. La edad media a la que se comienza a consumir alcohol es de 13 años. Un 65,5% de los españoles de entre 15 y 29 años bebe habitualmente. Todos estos datos figuran en las conclusiones de una encuesta llevada a cabo por el Observatorio Español sobre Drogas en 2000, dependiente del Ministerio del Interior.
Las cifras son especialmente preocupantes entre los menores a los que, en teoría, no se puede vender bebidas alcohólicas. Dolores Flores, directora general de Salud Pública y consumo del Ministerio de Sanidad, destaca que aunque hay más jóvenes abstemios que hace unos años, los que beben lo hacen más 'compulsivamente'. Subraya que ha cambiado el modelo con el que los jóvenes acceden a la bebida 'para asumir un patrón importado de los países nórdicos, en el que el joven bebe para emborracharse'.
Según datos del Plan Nacional sobre Drogas, los jóvenes beben teniendo como objetivo la borrachera. Un 42% de los consumidores menores de edad se ha emborrachado alguna vez, mientras que un 22% reconoce hacerlo de forma habitual.
Las bebidas que prefieren los jóvenes son los cubatas (combinados de alcohol y refrescos). Le siguen los licores de frutas, el vino y la cerveza, mientras que son muy pocos los que beben licores no mezclados o aperitivos.
Percepción del peligro
El problema fundamental del fenómeno es que los jóvenes no perciben que la ingesta de alcohol pueda ser peligrosa. Mientras que más de un 70% entiende el peligro de consumir tabaco, cannabis y otras drogas como la cocaína y la heroína, sólo un 42% piensa que el alcohol pueda provocarle problemas graves. El consumo de alcohol no va desligado del de otras drogas legales o prohibidas. Un 42% de los jóvenes bebedores habituales es a la vez fumador, y un 35% de ellos consume ocasionalmente cannabis.
La principal consecuencia negativa del consumo de alcohol entre los jóvenes es el accidente de tráfico. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), un 41% de los conductores muertos en accidente de tráfico conducía bajo los efectos del alcohol u otras drogas. Entre los jóvenes de 18 años el 30% confiesa haber conducido alguna vez bajo los efectos del alcohol o haber montado en un vehículo cuyo conductor estaba ebrio. Entre los menores, cerca del 30% reconoce haber tenido algún problema por beber, sobre todo peleas y conflictos en sus familias.
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