Acuerdos y desacuerdos de un polémico proyecto de ley
Los policías se sienten incapaces de hacer que se cumpla la ley contra el botellón, si finalmente sale adelante. Los fabricantes de bebidas espirituosas la consideran un 'disparate'. Unos médicos dicen que se niegan a denunciar a los jóvenes a sus padres y otros afirman que aplauden el proyecto de ley y el futuro papel que ellos mismos tendrán de 'pedagogos'.
El proyecto de ley aprobado el pasado jueves por el Gobierno regional ha generado una fuerte discusión social. La sección de UGT en la Policía Municipal considera la ley 'inviable', porque si en los servicios ordinarios 'faltan agentes', será difícil que puedan 'controlar todo lo que se pretende con esta ley: establecimientos, lugares públicos, gasolineras...'. Aunque 'se podrá hacer si nos siguen machacando como ahora y trabajando 14 horas al día y sin días de descanso', según José María Hernández, portavoz de UGT.
El presidente de la Federación Española de Bebidas Espirituosas, Vicente Dalda, califica de 'disparate' la futura ley: 'Cuanto más se prohíba beber alcohol, más se acentuará el consumo. Nosotros no pretendemos vender mucho alcohol a pocas personas, sino que muchos beban poco. No apostamos por el consumo compulsivo de fin de semana, sino por el consumo responsable, y la ley llevará a todo lo contrario'. Dalda cree que se conseguirá que descienda el consumo moderado de alcohol y, por contra, que crezca el abuso.
'Teleoperadores'
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) considera que los médicos no pueden actuar como 'teleoperadores' y avisar a las familias de los menores a los que atiendan por hallarse ebrios. 'Para avisar a las familias ya están los asistentes sociales de los centros sanitarios', afirmó ayer el vicepresidente de CESM de Madrid, Joaquín Pérez Argüelles. 'No es lógico que un médico tenga que dejar de atender una urgencia para hacer de teleoperador', añadió.
Sin embargo, el Colegio de Médicos de Madrid manifestó ayer a Europa Press que 'aplaude' el proyecto de ley aprobado el jueves. 'Los médicos -dijo Darío Fernández, delegado del colegio en la llamada mesa del botellón- no haremos el papel de inspectores, sino de pedagogos'.
Fernández anunció que este fin de semana el Colegio de Médicos iniciará, junto a asociaciones de psiquiatría y sociología, un trabajo de campo en las zonas de Madrid donde se practica el botellón. El objetivo es conocer la opinión de los jóvenes, 'las motivaciones, el estado de salud y la información' que tienen los chicos cuando realizan esta práctica.
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