Tras la gran victoria, toca el plan B

En su retorno al mundo real de la Liga, el Deportivo se encontrará con el homenaje de su gente y del propio adversario. Riazor tocará sus fanfarrias y el Rayo Vallecano hará el pasillo al Depor en el duelo de esta noche (21,30, autonómicas y La 2). Aunque a la hora de la verdad, sobre el campo habrá muy pocos protagonistas del gran golpe al Centenario. Hasta el portero Molina, con un pie dañado, puede quedar fuera del equipo, que el lunes viaja a Londres para enfrentarse al Arsenal al día siguiente. Es, por tanto, el retorno a las rotaciones, al plan B de Javier Irureta, en el que la voz cantante que suelen llevar Valerón y Tristán corresponde ahora a Djalminha y Makaay.

Durante cierto tiempo, Djalminha y Makaay formaron en el ataque del Deportivo una sociedad casi tan productiva como la de Valerón y Tristán. Pero la formidable temporada de esta última pareja ha arrinconado al brasileño y al holandés. Si hay un futbolista ansioso por jugar en el Deportivo ese es Djalminha. A diferencia de los demás, él libra una especie de batalla contra el tiempo. Nunca ha disputado un Mundial y, a sus 31 años, el de Asia representa la última oportunidad. El seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari, le ha dado ciertas garantías de que desea contar con él, y el jugador necesita reunir méritos. En sus últimas apariciones, siempre ha dejado un detalle: incluso aprovechó sus 20 minutos frente al Juventus en Riazor para marcar el gol que sentenció el partido. Pero sus ocasiones son cada vez más esporádicas. En Barcelona, en Turín y en Madrid, Irureta no le tuvo en cuenta para sustituir a Valerón.

Aunque le corroan las ganas de jugar, el brasileño no ha vuelto a ofrecer muestras de impaciencia. En el Bernabéu, pese a que sólo jugó unos minutos, participó en la celebración como el que más y hasta se abrazó afectuosamente a Irureta. Al principio de temporada, cuando se encendió la estrella de Valerón, Djalminha amenazó con abandonar el club si no jugaba. Pero así como ha ido corrigiendo en el campo su tendencia a la floritura estéril, también ha aprendido a disciplinarse fuera de él.

A Makaay le cuesta más trabajo aceptar su situación, pero también ha dejado de protestar. Su regreso tendrá un aspecto desagradable para él: ocupará el puesto teórico de extremo derecho, que no le gusta nada. En todo caso, es más teórico que real. Irureta le obliga a cerrar la banda cuando el equipo pierde el balón, pero le permite irse al centro cuando ataca.

Deportivo: Nuno; Héctor, César, Naybet, Capdevila; Emerson, Duscher; Makaay, Djalminha, Amavisca; y Pandiani.

Rayo Vallecano: Etxeberría; Ferrón, De Quintana, Corino, Graff; Peragón, Vivar Dorado, Quevedo, Michel; Glaucio o Bolo y Bolic.