El trazado del trasvase, también sostenible

El pasado jueves el ministro de Medio Ambiente presentó el trazado del trasvase del Ebro contenido en el Plan Hidrológico Nacional (PHN). Hacía escasamente una semana que las acusaciones de insostenibilidad del plan lanzadas por algún grupo parlamentario, se habían disuelto en sus propias contradicciones.

Una vez confirmada, incluso en Europa, la sostenibilidad del conjunto del Plan Hidrológico, todas las miradas estaban puestas en la propuesta de trazado del trasvase. Pues bien, conocido ya el mismo, éste no puede ser más satisfactorio. Junto a la sostenibilidad económica y social que suponen el mantenimiento de unas rentas agrarias directas para el conjunto mediterráneo del orden de 12.000 millones de euros (2 billones de pesetas) anuales y de más de 100.000 empleos solamente en agricultura, el plan aporta sostenibilidad medioambiental en dos cuestiones relevantes.

La longitud del trazado del trasvase se ha podido reducir más de un 10% respecto a la propuesta inicial

No hay que olvidar la incidencia de los planes forestales en el mantenimiento de los recursos hídricos

La primera, garantizando el mejor uso del agua, racionalizando su consumo, estimulando el ahorro y la reutilización. La segunda procurando no sólo la mínima afección del trazado a los ecosistemas más valiosos, sino contribuyendo también a la recuperación y restauración de algunos de ellos.

Respecto a la primera cuestión, hay que reiterar que el 80% de la inversión de la totalidad del PHN se dirige precisamente a la consecución de estos objetivos. De forma intencionada, se ha pretendido tergiversar esta realidad incuestionable, reduciéndose el debate única y exclusivamente al 'Plan del trasvase'.

En cuanto al trazado, y a pesar de que desde que gobierna el Partido Popular los espacios protegidos en la Comunidad Valenciana han pasado de suponer apenas un 5% del territorio a más del 26%, la traza ha conseguido una incidencia mínima en dichos espacios, con los que solamente entra en contacto en un 0,004% de la superficie total de los mismos y, aún en estos casos, se han adoptado las soluciones de corrección más avanzadas (la mayoría en trazado subterráneo) sin escatimar esfuerzos técnicos y presupuestarios.

En la búsqueda de este mejor trazado, la unidad de acción del Gobierno valenciano y la excelente receptividad del Gobierno del Estado a estos requisitos ambientales, ha dado como fruto un resultado cuya idoneidad es muy difícil de discutir. A pesar de recorrer íntegramente nuestra Comunidad de norte a sur, se ha podido reducir la longitud más de un 10% respecto a la propuesta inicial, se van a reutilizar infraestructuras existentes que suponen un ahorro de más del 30% de nuevos trazados y se va a evitar que más de 14 espacios naturales (cinco de ellos en la Comunidad Valenciana) se vean siquiera afectados.

Otra de las cuestiones directamente relacionadas con el trazado se refiere al problema de las mezclas de las aguas de características diferentes. La solución propuesta permite independizar las aguas procedentes del trasvase de las que naturalmente discurren por nuestros sistemas hídricos. Ésta era, sin duda, otra de las preocupaciones latentes en algunas comarcas de nuestra Comunidad, que se han visto disipadas con este proyecto. Por último, para la Comunidad Valencia el PHN, y el trasvase en particular tienen una importancia capital para dos de nuestros ecosistemas más valiosos: los cursos fluviales y los humedales.

En el primer caso, la insuficiencia de caudales ecológicos ha alterado gravemente los hábitats y especies fluviales de ribera, que en un clima semiárido y con un medio tan antropizado como el nuestro, constituyen verdaderos corredores de biodiversidad.

También la supervivencia de nuestras zonas húmedas depende de la liberalización de caudales y el buen funcionamiento de los acuíferos. El mantenimiento de los humedales, no sólo tiene una gran repercusión por las múltiples funciones biológicas y económicas que desempeñan, sino por la protección frente a riesgos tan importantes como las inundaciones, la intrusión marina y la erosión costera. Zonas húmedas como Nules y Almenara, Cabanes-Torreblanca, La Safor, y también el Hondo de Elche y L'Albufera, van a ver posibilitado su óptimo funcionamiento con este plan.

No hay que olvidar, tampoco, la incidencia de los planes forestales, estatal y autonómico, en la formación y mantenimiento de los recursos hídricos tanto en cantidad como en calidad. Por ello, la Comunidad Valenciana va ser la primera en suscribir un ambicioso convenio con el Ministerio de Medio Ambiente, cuyo importe supera los 145 millones de euros (24.200 millones de pesetas) dirigidos entre otros, a la restauración hidrológico forestal, la ordenación y gestión de las masas forestales y la conservación de la biodiversidad. En este convenio tendrán un tratamiento especial los espacios húmedos más significativos, bajo unas directrices de gestión integrada de espacios y cooperación interadministrativa.

A fecha de hoy, por tanto, podemos congratularnos de haber cumplido con los compromisos que adquirió el Partido Popular, no solamente con los plazos de este proyecto, sino también con los fuertes requisitos ambientales que este plan comporta, y que siempre hemos defendido desde nuestra responsabilidad. En el futuro nos comprometemos a ser igualmente eficientes en la gestión, día a día, de estos recursos, porque sabemos que el conjunto de la sociedad valenciana, con el gobierno de la Generalitat al frente, apuesta por el desarrollo sostenible y la solidaridad territorial.

Fernando Modrego Caballero es consejero de Medio Ambiente de la Generalitat.