Sesión de trámite
Los mercados de valores europeos quedaron ayer en suspenso a la espera de nuevos datos que confirmen, realmente, la reactivación de la economía y, sobre todo, en la UE.
El último dato económico conocido, el de los pedidos a fábrica de enero en Estados Unidos, sólo sirvió para consolidar posiciones en aquellos mercados, mientras que las bolsas europeas tenían problemas para mantener sus precios.
La actitud proteccionista de la Administración de Estados Unidos respecto del sector siderúrgico 'ha cambiado las reglas del juego' y puede provocar enfrentamientos que a la larga sólo perjudicarán la actividad comercial, es decir, a las empresas, y justo en un momento en el que todas ellas buscan la reactivación en unos mercados supuestamente abiertos.
La Bolsa española fue un ejemplo de indefinición, con constantes altibajos durante toda la jornada, que, al final, aportaron un avance más que discreto a los índices. El Ibex 35 subió el 0,16%, y el índice general de Madrid, un 0,03%, mientras que París subía el 0,16%, Londres el 0,60% y Francfort ganaba el 0,81% poco antes del cierre al apoyarse en el avance de Nueva York, que en esos momentos era de 80 puntos, el 0,77%.
La contratación en el Mercado Continuo fue de 1.900,68 millones de euros, una cifra similar a la de las sesiones anteriores, una vez descontados 350 millones de euros en operaciones institucionales. De la cantidad realmente negociada en el mercado, más de dos tercios se concentraron en los cinco principales valores, lo que significa que el mercado continúa centrado en el corto plazo y en el arbitraje con el mercado de opciones y futuros.
En el mercado secundario de deuda pública, la rentabilidad a 10 años alcanzó un nuevo máximo anual debido a la fuerte caída de las cotizaciones. El bono a 10 años terminó en el 5,31%.
