Berlusconi: 'Gracias a Bossi y a mí, Italia no ha caído en el comunismo'

Bruselas ha sustituido a Roma en el ideario antagonista de la Liga Norte. Umberto Bossi, reelegido ayer secretario general del partido, al término del IV Congreso, celebrado en Assago (Milán), dedicó el grueso de sus discursos a combatir la idea de una Europa fuerte, capaz de dotarse de normas judiciales comunes.

Bossi clamó contra la creación de un 'superestado jacobino' y amenazó con la 'resistencia civil a la Europa de la invasión normativa', en referencia, sobre todo, a normas como la del mandato de captura europeo o la del secuestro de bienes, que han desatado una furiosa reacción entre los altos cargos de la Liga. El líder padano llegó a acusar el jueves a la UE de ir por mal camino, comportándose como 'una Unión Soviética europea', y el sábado volvió a advertir de que seguir la senda comunitaria a ultranza, reforzando las instituciones de la UE, equivaldría a potenciar el poder de los tecnócratas sobre el pueblo, desembocando así en un 'nuevo fascismo'.

Palabras que han provocado irritación, incluso en el centro-derecha. Marco Follini, líder del centrista CCD, lamentó la insistencia de Bossi 'en hacer caricaturas surrealistas de Europa'.

Los inflamados discursos de Bossi, que a los 60 años ha anunciado ya su intención de dejar el liderazgo, fueron recibidos con grandes aplausos por la audiencia de Assago. Con parecido entusiasmo fue acogido ayer el primer ministro, Silvio Berlusconi, que criticó a la oposición por su espíritu 'destructivo' y reiteró la solidez de la alianza con la Liga. 'No he perdido nunca la confianza en Bossi', dijo Il Cavaliere, que en 1994 vio precipitarse su Gobierno al faltarle el apoyo de la Liga. 'Gracias a Bossi y a mí, Italia no ha caído en manos de los comunistas', dijo ayer. Antes de despedirse, con un abrazo, de Bossi, Berlusconi prometió a los presentes: 'Juntos seremos invencibles. Y seguiremos juntos para crecer y cambiar Italia'.

La intervención del líder del derechista Alianza Nacional, Gianfranco Fini, recibió una acogida menos calurosa. Una mención de Fini a la patria italiana provocó silbidos en la sala. Aun así, el líder de AN se atrevió a marcar las distancias con el anfitrión, advirtiendo de que 'identificar a la UE con el enemigo es un grave error'.