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Crónica:La jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Sólo un chispazo de Makaay

El Deportivo sumó tres puntos con poco fútbol ante un Sevilla fallón y despistado

Un cuarto de hora de lucidez de Valerón, un gran centro de Víctor y un chispazo de olfato goleador de Makaay sirvieron ayer al Deportivo para saldar con victoria su cita liguera con el Sevilla, puente entre los partidos contra el Juventus en Liga de Campeones y el Madrid, en la final de la Copa. No tuvo mucho más el equipo de Irureta, que contó a su favor con la falta de puntería de los delanteros sevillistas y con el monumental despiste defensivo que provocó Caparrós en su propio grupo con los cambios que introdujo en la segunda parte.

Arrancó el partido con el Sevilla empeñado en demostrarle al Depor que nada de nadar y guardar la ropa pensando en el miércoles. Fue una ilusión que duró cinco minutos, en los que la presión de los jugadores sevillistas encerró al equipo gallego en su área, aunque el acoso sólo se tradujo en un par de inocentes saques de esquina.

SEVILLA 0| DEPORTIVO 1

Sevilla: Notario; Njegus, Javi Navarro (Víctor, m. 59), Pablo Alfaro, David; Gallardo, Casquero, Francisco (Luis Gil, m. 73), Fredi (Tomás, m. 85); Olivera y Moisés. Deportivo: Molina; Scaloni, Naybet, Helder, Capdevila; Víctor (Héctor, m. 89), Mauro Silva, Sergio, Amavisca; Valerón (Emerson, m. 69) y Makaay (Pandiani, m. 83). Gol: 0-1. M. 52. Makaay recibe solo un centro de Víctor dentro del área grande y bate a Notario con un fuerte disparo. Árbitro: Iturralde González. Amonestó a Casquero, a Sergio y a Mauro Silva. Unos 30.000 espectadores en el S. Pizjuán.

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Al poco, el tándem deportivista en el centro del campo, con Mauro Silva y Sergio, intentó poner orden y serenar el juego, acelerado aposta por el Sevilla, y concentrarse en lo suyo: poner balones en las bandas, dar oportunidades a Amavisca y Víctor y esperar a que Makaay hiciera su trabajo. Pero al conjunto coruñés le faltó la pieza que hace funcionar a todo su engranaje atacante. Valerón anduvo desaparecido, despistado en los alrededores del centro del campo sevillista, con fugaces apariciones que nada aportaron al fútbol de los suyos.

Ante el escenario planteado por el Deportivo, los sevillistas se encontraron a gusto. Su defensa, suficiente para contener las escasas embestidas del rival, acompañó a Casquero y a Francisco en la presión. Los robos de balón permitieron muchos contragolpes, bien guiados por Olivera y, la mayoría de ellos, desperdiciados por la falta de acierto de Gallardo. Con todo, algunos balones sí rondaron la portería gallega y fue solo por suerte que el Deportivo se fuera camino del vestuario con su marcador a cero. Por suerte y por la pericia de Molina que, a la media hora de juego, despejó a córner un disparo a bocajarro de Olivera.

El mismo Valerón que dejó huérfano y sin ánimo a su equipo en la primera mitad de partido, salió del vestuario dispuesto a liderar el cambio de aspecto del Depo. Una combinación suya con Amavisca en el primer minuto del segundo tiempo se convirtió en la mejor ocasión de los suyos cuando el canario disparó fuera, muy ajustado al poste de Notario.

Ese nuevo espíritu impuesto por Valerón a su equipo sirvió, con la ayuda del espesor defensivo con el que sorprendió el Sevilla, para que el Deportivo se adelantara en el marcador. Un gran centro de Víctor desde la banda derecha a la espalda de Pablo Alfaro situó a Makaay frente a Notario. El delantero holandés sólo tuvo que empotrar el balón en las redes.

Con el resultado decantado a su favor, Irureta tiró de manual, dio un paso atrás y sustituyó a Valerón por Emerson. Con el cambio, el Deportivo ganó en solidez y control en el centro del campo pero desde entonces sus ataques se redujeron a las oportunidades que les brindaron los fallos del Sevilla. Caparrós, por reforzar el ataque de su equipo, dio entrada a Víctor y volvió locos a sus defensas. La apuesta no le dio resultados y los puntos sumaron a favor del Depor en su lucha por una tercera competición.

Francisco lucha con Valerón por la posesión del balón.
Francisco lucha con Valerón por la posesión del balón.ALEJANDRO RUESGA

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