Cuatro mil kilos de rosas para un litro de esencia

'PARECÍA no necesitar ninguna ostentación. Dominaba la gran cuenca perfumada que tenía a sus pies, y esto parecía bastarle. (...) La ciudad era una Roma de los perfumes, la tierra prometida de los perfumistas, y quien no había ganado aquí sus espuelas, no tenía derecho a llevar este nombre'. El protagonista de la novela El perfume, de Patrick Süskind, recorre los aromáticos campos de Grasse, una ciudad volcada, desde el siglo XVIII, en la destilación de unas esencias que hoy, mezcladas de acuerdo con las recetas secretas de Chanel, Guerlain, Hermès..., se convierten en los perfumes más codiciados del mundo. Grasse concentra las dos terceras partes de la producción de aromas naturales de Francia, una industria que genera cada año, en esta pequeña ciudad de 45.000 habitantes, un negocio de 450 millones de euros y más de 2.700 puestos de trabajo. Unas 40 empresas y destilerías se encargan de mantener viva la tradición, aunque sólo tres fábricas históricas -Fragonard, Galimard y Molinard- están abiertas a los ojos de los 35.000 visitantes atraídos cada año por las fragancias (ofrecen visitas guiadas y gratuitas).
En primavera, los campos de Grasse se aromatizan gracias a los cultivos de rosas (que florecen de abril a mayo), jazmines (de julio a octubre), mimosas (de diciembre a marzo) y tuberosas (a partir de julio). Y algo más hacia el Oeste, cerca de Manosque y Digne, se extienden los azules campos de lavanda de la Alta Provenza, cuya fragancia se reencuentra en los jabones y colonias.
La rosa es una de las grandes protagonistas de Grasse, y a ella se dedica una gran exposición anual, Exporose (este año, del 9 al 12 de mayo). Y para hacerse una idea, un litro de aceite esencial de esta flor en su variante original de Turquía puede costar 5.390 euros y se obtiene a partir de 4.000 kilos de flores.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Pokrovsk y Kupiansk, las batallas en las que Ucrania se juega más que dos ciudades
Un tiroteo masivo en Brown, un físico nuclear y la pista de Reddit: fuga y captura de Claudio Neves Valente
La generación que fue víctima de la dictadura de Pinochet, desolada ante el triunfo de Kast en Chile
Del húngaro Orbán al chileno Kast, con ayuda de Trump: la internacional ultra toma impulso
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- Manuel Castells, sociólogo: “El mundo está en un proceso de autodestrucción”




























































