Las vallas de seguridad de la cumbre europea crean el caos en la Diagonal

Colapso en la Diagonal de entrada a Barcelona. A 15 días vista de la celebración de la cumbre europea, la colocación de las vallas perimetrales de seguridad provocó ayer el caos circulatorio en el campus universitario sud: la avenida de Joan XXIII fue cerrada en sentido descendente. Sin previo aviso, sin más indicaciones y sin Guardia Urbana que regulara el tráfico. De momento, la valla afectará a la jornada futbolística de mañana. El Ayuntamiento aconsejaba ayer no utilizar el vehículo privado para ir al estadio del Barça.

La Facultad de Farmacia, que tiene unos 3.000 alumnos, fue una de las más afectadas por el cierre de la calle, hasta tal punto que las clases no empezaron hasta casi las nueve de la mañana. 'No han avisado y no había ninguna indicación de desvíos de tráfico. Ni siquiera el rectorado tiene información acerca de cuáles son las rutas de desvío para comunicarlo a las facultades', explicaba ayer Victòria Girona, decana de la Facultad de Farmacia. El colapso tambien afectó a otras facultades ya que la avenida de Joan XXIII es una de las vías de entrada al campus.

El problema se produjo desde primeras horas de la mañana y hasta mediodía por la colocación de la valla alrededor del hotel Princesa Sofía. 'No sabemos quién destapó la señal de prohibido el giro. Hemos hablado con la empresa que realiza las obras y dice que no lo sabe', explicaban ayer fuentes municipales que, por eso, justificaban que la Guardia Urbana no hiciese acto de presencia. Lo cierto es que a media mañana tampoco había agentes regulando el tráfico en esa zona y agentes del Cuerpo Nacional de Policía indicaban a los conductores que se encontraban con la valla que impedía subir hacia la Diagonal. A esas horas ya se había restablecido la circulación en sentido descendente.

La falta coordinación y de información sobre la obra salta a la vista en esa zona de Les Corts: las señales de circulación restringida -como la que impedía continuar desde la calle de la Maternitat hasta Joan XXIII- no están acompañadas de indicaciones de posibles desvíos y son mayoría las patrullas del Cuerpo Nacional de Policía y pocas las de la Guardia Urbana.

En la avenida Diagonal, en cambio, la actividad es frenética: mientras los trabajadores del Trambaix se retiran de las obras a marchas forzadas y dejan la acera de la avenida libre de obstáculos, los operarios encargados de las obras de seguridad descargaban ayer las vallas new jersey y las alambradas.

En relación con la cumbre, ya están definidas algunas zonas de park-and-ride del perímetro de Barcelona para que los conductores dejen los coches y entren en la ciudad en tren o en metro. Los aparcamientos se situarán en Castellbisbal, junto a la N-II; en Cornellà, al lado de la Ronda Litoral, y en la salida Esplugues-Cornellà de la Ronda de Dalt.

Los cálculos efectuados por el Servicio Catalán de Tráfico y el Ayuntamiento mediante un simulador de circulación prevén que el flujo habitual de 25.000 coches por hora que asume la avenida Diagonal los días laborables entre las 6.00 y las 10.00 horas podría colapsar el eje circulatorio que forma la ciudad de Barcelona en sentido sur.