Un estudio cifra en 18.000 los jóvenes que participan o apoyan la 'kale borroka'

El 3,7% de los jóvenes vascos entre los 15 y los 29 años de edad apoya o participa directamente en la kale borroka como método para lograr la independencia de Euskadi. Este es uno de los datos más relevantes de un estudio realizado por el Centro de Investigación de Expectativas Sociales y dirigido por el catedrático de Sociología José Ignacio Ruiz de Olabuenaga a petición del Parlamento. El trabajo se ha basado en un sondeo realizado entre 1.200 jóvenes y en estudios ya publicados de otros organismos.

Ruiz de Olabuenaga compareció ayer ante la Comisión de Juventud de la Cámara para explicar los pormenores del trabajo, que encargó el Parlamento en junio del año 2000 al Observatorio Vasco de la Juventud, organismo dependiente del Gobierno autónomo. La novedad de este trabajo respecto a otros informes anteriores radica en que se ha situado en la óptica de los propios jóvenes para extraer las conclusiones.

El estudio determina que un 8,1% de los jóvenes, cerca de 40.000 personas, están dispuestas a practicar la violencia contra personas y bienes. Sin embargo, para 14.000 de estos jóvenes su motivación no es la independencia de Euskadi, sino cuestiones sociales como la lucha contra la globalización, los contratos basura, el desempleo o el elevado precio de la vivienda que, a menudo, les impide independizarse. Otros 7.000 jóvenes también están abiertos a la posibilidad de practicar la violencia callejera, pero por razones que no tienen que ver con el nacionalismo. De esta forma, quedan 18.000 jóvenes (el 3,7% del total) que son lo que están dispuestos a participar, o de hecho ya lo hacen, en la kale borroka para lograr la independencia de Euskadi. El activismo violento de raíz nacionalista destaca sobre el resto por estar más estructurado y más organizado operativamente.

El informe desmiente un estereotipo extendido, como es el de que los jóvenes violentos nacionalistas se forman en las ikastolas. El 76% de los activistas no se ha educado en estos centros. El influjo de la familia y de la cuadrilla de amigos es más poderoso que el de la escuela a la hora de crear estas actitudes, asevera el responsable del informe.

¿Por qué los jóvenes violentos nacionalistas legitiman su actuación? El trabajo da tres razones: creen que la sociedad vasca está oprimida y tiene derecho a liberarse; piensan que la única vía para conseguirlo es ción es la lucha armada, y se sienten respaldados por la mayoría del pueblo vasco.

El hecho de que exista un 'coro social' que legitima la violencia da a alas a los jóvenes radicales y evita que se sientan aislados. El caldo de cultivo de este 'coro social' que jalea a los violentos queda reflejado en el dato de que el 34% de los jóvenes cree 'normal que los vascos se enfrenten por las malas si no resuelven sus diferencias hablando'. Además, un 29% de los consultados califica a los protagonistas de la violencia callejera de 'personas normales, gudaris, idealistas, patriotas, rebeldes o valientes'.