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LA ASAMBLEA DE LOS OBISPOS

Los obispos reeligen a Rouco y apean a Carles

El cardenal pide 'un Bad-Godesberg' al PSOE para resolver el conflicto educativo

El cardenal Antonio María Rouco aprovechó ayer su reelección como presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE)para reclamar un cambio radical en el status académico de la clase de religión y su alternativa en la escuela pública. Rouco exigió que la asignatura sea evaluable, afirmó que la Iglesia cuenta ya con el respaldo de PP, PNV y CiU, y pidió rectificaciones al PSOE -'como hizo en 1959 el Partido Socialdemócrata Alemán en Bad-Godesberg; sería bueno para todos', dijo sonriendo- para lograr que la regulación que desean los obispos tenga futuro y estabilidad política.

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Los socialdemócratas alemanes, liderados por el futuro canciller Willy Brandt, renunciaron en el congreso de Bad-Godesberg al marxismo, la lucha de clases y las nacionalizaciones para ganarse la respetabilidad electoral de la clase media. Fue en 1958, un año antes de que el futuro cardenal Rouco se instalase en Múnich para estudiar Derecho Canónico. Ayer, el presidente de la CEE se remontó a aquel acontecimiento político en la izquierda europea -imitado más tarde por otros partidos de la Internacional Socialista, incluido el español- para aconsejar al PSOE un cambio de criterio sobre la enseñanza de la religión y la asignatura alternativa en los colegios públicos.

'Un cambio sería bueno para todos', dijo Rouco antes de referirse a las diferentes fases negociadoras entre el episcopado y los Gobiernos de Felipe González, de 1982 a 1996, con el resultado final de que la clase alternativa a la religión no es evaluable, aunque sí obligatoria para los alumnos que no elijan religión.

Rouco exige cambios en el carácter académico de la enseñanza de la religión -ahora evaluable, pero no computable para la nota media ni para la selectividad-, y, sobre todo, requiere reformas en la categoría académica y los contenidos de su alternativa. Pero el cardenal no quiere una nueva guerra de religión. La insinuación de que el Gobierno del PP y la Conferencia Episcopal llevan negociando tiempo para dar satisfacción a los deseos de la jerarquía católica, además de la afirmación tajante del prelado en el sentido de que cuentan ya con el respaldo del PNV y de CiU, quedó matizada con esta otra afirmación del cardenal: 'Deseamos y confiamos en llegar a un acuerdo que comprenda también al PSOE, la otra fuerza política importante que garantizaría una solución estable a lo que pactemos'. La tesis de Rouco es que lo 'logrado hasta ahora y las mejoras' introducidas en algunas comunidades autónomas por su cuenta, deben tener vocación de estabilidad. 'Dios quisiera que haya una solución rápida y que fuera compartida por todos los partidos', resumió con escaso convencimiento. De lo contrario, 'sin una solución a fondo del problema', la cuestión 'va de pelotazo en pelotazo, cuando debería ser un asunto que estuviera por encima de todos los partidos', señaló.

El reelegido presidente de la CEE tuvo que enfrentarse también, durante la conferencia de prensa que siguió a las votaciones al debate planteado por todos los partidos, menos el PP, sobre la necesidad de reformar los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979. Rouco no quiere ni oír hablar del asunto. Esos acuerdos entre el Estado de la Santa Sede y España están 'en armonía' con la Constitución y tienen carácter de ley orgánica por su rango de Tratado Internacional, dijo. Negociados por el ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Adolfo Suárez, el democristiano Marcelino Oreja, los acuerdos se firmaron el 3 de enero de 1979, días después de la aprobación de la Constitución, pero se negociaron y acordaron muchos meses antes. 'Son unos acuerdos plenamente constitucionales', aseguró Rouco, tajante.

Si la reforma de estos acuerdos bilaterales no está en cuestión, según Rouco, sí lo está su mejora en favor de la Iglesia, o al menos eso sostiene el cardenal, que ayer almorzó con el presidente del Gobierno, José María Aznar, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, y el secretario [ministro] vaticano para las Relaciones con los Estados, el arzobispo Jean-Louis Tauran, de visita oficial en España. El almuerzo se celebró en la sede de la Nunciatura [embajada] del Vaticano en Madrid.

El cardenal Antonio María Rouco (a la derecha, junto al portavoz, Juan José Asenjo) fue reelegido ayer presidente de la Conferencia Episcopal con dos tercios de los sufragios emitidos por los 81 prelados con derecho a voto.
El cardenal Antonio María Rouco (a la derecha, junto al portavoz, Juan José Asenjo) fue reelegido ayer presidente de la Conferencia Episcopal con dos tercios de los sufragios emitidos por los 81 prelados con derecho a voto.BERNARDO PÉREZ

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